Un hombre gravemente herido en un ataque con cohetes de Hezbolá hace más de diez días murió el domingo debido a las lesiones sufridas, mientras el grupo terrorista libanés lanzó nuevos ataques hacia Israel, sin causar víctimas ni daños significativos. Eduard Sololov, un hombre de 57 años y padre de cuatro hijos, resultó gravemente herido el 23 de octubre por metralla que lo alcanzó durante un bombardeo en Nahariya, una ciudad costera del norte de Israel.
El ataque con unos 25 cohetes ocurrió en vísperas de la festividad de Simjat Torá, y según las Fuerzas de Defensa de Israel, la mayoría de los proyectiles fueron interceptados. Sololov, quien trabajaba como pescador, se encontraba en el muelle de la ciudad cuando ocurrió el bombardeo, y no logró llegar a un refugio a tiempo, según declaró su cuñado Arthur Kurginyan al sitio de noticias Ynet.
Fue trasladado al Centro Médico Galileo en estado muy grave, con heridas de metralla en la cabeza, y murió tras permanecer 11 días en coma, a pesar de haber sido sometido a múltiples cirugías, según el hospital. Con su muerte, Sololov se convierte en el 40º civil asesinado en Israel por los ataques de Hezbolá desde que comenzaron hace más de un año.
Ataques de Hezbolá continúan
Además de los 40 civiles muertos, otros 61 soldados y reservistas de las Fuerzas de Defensa de Israel han perdido la vida en enfrentamientos con Hezbolá, que incluyen ataques con drones, cohetes y combates en el sur del Líbano. Estas hostilidades se intensificaron en septiembre, cuando Israel lanzó una ofensiva militar para detener los ataques desde el Líbano y permitir el regreso de decenas de miles de residentes que huyeron de la zona fronteriza.
El domingo pasado, Hezbolá lanzó más de 100 cohetes y varios drones hacia Israel, activando las sirenas en las zonas norteñas durante gran parte del día. La mayoría de los cohetes fueron interceptados o cayeron en áreas despobladas sin causar daños, según informaron las autoridades israelíes.
Sin embargo, los disparos de cohetes generaron momentos de caos en diversas localidades, incluido un ataque que obligó a los asistentes al funeral de un soldado en Nahariya a refugiarse entre las tumbas. En otro incidente, drones disparados desde el Líbano activaron las alarmas en Haifa y en otras ciudades al sur del puerto, uno de los cuales fue derribado, mientras que el otro se estrelló en un campo.
Drones continúan representando una amenaza
En semanas recientes, el ejército israelí ha enfrentado dificultades para neutralizar los ataques con drones, algunos de los cuales han logrado evadir tanto las defensas aéreas como los sistemas de radar. El sábado, un dron impactó contra un edificio en Tira, en el centro de Israel, dejando a 11 personas heridas.
Los ataques con drones desde el Líbano y los bombardeos con cohetes continúan siendo una fuente de tensión para Israel, que ha visto a varias de sus ciudades, como Haifa y Nahariya, sometidas a constantes alarmas y ataques aéreos. A pesar de los repetidos bombardeos, el número de víctimas sigue siendo bajo gracias a la eficacia de las defensas israelíes.
No obstante, la situación en la frontera con el Líbano sigue siendo crítica, con ataques que ocurren a diario y que generan preocupación entre las autoridades locales. El ejército israelí sigue respondiendo a los ataques de Hezbolá, mientras intenta restaurar la seguridad en las regiones afectadas por los enfrentamientos.
El Ministerio de Salud de Líbano confirmó la muerte de tres personas y nueve heridos tras un ataque israelí en Haret Saida, una zona densa cercana a Sidón, en el sur del país. “El ataque del enemigo israelí a Haret Saida se saldó con un saldo inicial de tres muertos y nueve heridos”, declaró el ministerio. La agencia oficial informó de otro ataque en Ghaziyeh, también al sur de Sidón.
Varios proyectiles israelíes impactaron en las inmediaciones de un hospital gubernamental en Tebnin, una localidad del distrito de Bint Jbeil, al sur del Líbano, posiblemente dejando fuera de servicio las instalaciones, según un funcionario local. No se emitieron advertencias de evacuación antes de estos ataques, aunque el ejército lanzó una alerta para los habitantes de Baalbek, un bastión de Hezbolá en el valle de Beqaa.
Más tarde, la NNA informó sobre varios ataques en Baalbek y sus alrededores, incluyendo la destrucción de un restaurante y daños en un hospital cercano. Abu Toufiq, un comerciante local, explicó que huyó tras recibir la advertencia y al regresar encontró su tienda completamente destruida.
Rescatan cinco cuerpos entre escombros en Khiam
La Cruz Roja libanesa informó que recuperó cinco cadáveres tras un ataque aéreo en Khiam, al sur del Líbano, una zona que ha sido el foco de intensos combates. Se estima que otros 15 cuerpos permanecen bajo los escombros del edificio. Las FDI no comentaron los ataques, pero confirmaron que un ataque con drones en Khiam mató a un comandante de Hezbolá, Farouq Amin al-Ashi, responsable de múltiples lanzamientos de cohetes desde la localidad.
Un comandante de la Fuerza Radwan de Hezbolá también murió en un ataque separado en Khiam. Según las Fuerzas de Defensa de Israel, aproximadamente 3.000 miembros de Hezbolá han muerto durante la guerra. Además, se reporta la muerte de alrededor de 100 integrantes de otros grupos terroristas y cientos de civiles en Líbano.
Las FDI también compartieron imágenes de la unidad de comando Shayetet 13 de la Armada, que mostró un ataque a un sitio de Hezbolá en el sur del Líbano, utilizado para planificar ataques contra Israel. El complejo fue destruido tras enfrentamientos en los que murieron varios combatientes de Hezbolá.
Funeral de Eduard Sololov en Nahariya
El funeral de Eduard Sololov, quien murió tras un ataque de Hezbolá, será celebrado el lunes en Nahariya, ciudad que ha sido blanco de bombardeos casi diarios. Sololov, quien vivía en Nahariya desde 1990, trabajó en una procesadora de carne antes de convertirse en pescador tras un accidente laboral.
Sololov fue muy conocido en la comunidad local. Hace dos años, saltó al agua para rescatar a dos niños que habían caído al mar. “Todo Nahariya lo conocía”, comentó su cuñado Arthur Kurginyan, señalando que Sololov solía enseñar a los niños a pescar y a preparar los anzuelos en el muelle.