Las Fuerzas de Defensa de Israel informaron el miércoles que el ataque a la Iglesia de la Sagrada Familia, en Gaza, ocurrido el jueves anterior, fue resultado de una munición fallida durante una operación militar. El Comando Sur concluyó su investigación el martes por la noche, identificando que el proyectil impactó accidentalmente en el complejo, único sitio católico en la Franja. Las FDI ajustaron sus procedimientos durante la operación y reforzaron las normas sobre el uso de fuego cerca de instalaciones religiosas.
El incidente, atribuido por el Patriarcado Latino de Jerusalén a la muerte de tres personas y al menos un herido grave, entre ellos el párroco Gabriel Romanelli, suscitó una condena internacional. Israel expresó su pesar y declaró que “nunca ataca iglesias o sitios religiosos”. Las autoridades permitieron el ingreso de alimentos, medicamentos y suministros, además de una visita de representantes eclesiásticos. Los heridos fueron evacuados para recibir atención médica.
El ejército reiteró que apunta exclusivamente a blancos militares y lamentó los daños civiles. El miércoles, las FDI atacaron unos 120 objetivos en Gaza, incluidos túneles, edificios preparados con explosivos, infraestructura operativa y células terroristas. La ofensiva aérea continuó mientras cinco divisiones realizaban operaciones terrestres a lo largo del enclave.

Medios locales en Gaza reportaron decenas de víctimas desde el martes. El Ministerio de Salud dirigido por Hamás no entregó cifras actualizadas, aunque el día anterior afirmó que 77 personas habían muerto en 24 horas. Un ataque israelí contra una vivienda en el noroeste de Gaza provocó ocho muertes, incluidos menores. Imágenes mostraron a niños con heridas graves al ingresar a un hospital. Se informó que la casa alojaba a desplazados internos. Las FDI no emitieron comentarios sobre el hecho.
Durante la operación terrestre en Rafah, las FDI informaron el martes que un comandante de pelotón y otro ingeniero de combate resultaron gravemente heridos por un artefacto explosivo, mientras un tercer soldado sufrió heridas moderadas. Las tropas afectadas, asignadas a la Brigada Sur de la División de Gaza, fueron trasladadas a hospitales y sus familias notificadas. Las actividades militares continuaron pese al aumento de denuncias sobre restricciones al acceso humanitario en la Franja.
Una declaración firmada por 111 organizaciones, entre ellas Médicos Sin Fronteras, Save the Children y Oxfam, afirmó el miércoles que la hambruna se expande en Gaza. Los firmantes pidieron un alto el fuego inmediato, apertura de cruces fronterizos y libre tránsito de ayuda bajo supervisión de la ONU. Según sus declaraciones, la población civil enfrenta condiciones críticas a pesar del alivio parcial del bloqueo a fines de mayo.
Israel sostuvo que permite la entrada de ayuda, al tiempo que acusó a Hamás de apropiarse de víveres para revenderlos o usarlos con fines armados. También responsabilizó a la ONU por una distribución ineficaz de la ayuda, señalando que cientos de camiones permanecen sin recoger en el cruce de Kerem Shalom. La Fundación Humanitaria de Gaza, respaldada por Israel y Estados Unidos, cuestionó la negativa de la ONU a colaborar con ella y afirmó que existen obstáculos logísticos y operativos.

Informes atribuyen al menos varios cientos de muertes a incidentes ocurridos en puntos de entrega de ayuda gestionados por dicha fundación desde su inicio en mayo. Las organizaciones humanitarias denunciaron que grandes cantidades de suministros permanecen almacenadas sin distribuir dentro y fuera de Gaza, debido a restricciones en el acceso y a la falta de coordinación efectiva.
“Los palestinos están atrapados en un ciclo de esperanza y angustia”, indicaron las organizaciones. “No es solo un tormento físico, sino psicológico”, agregaron. “El sistema humanitario no puede funcionar con falsas promesas ni con plazos variables o compromisos políticos que no permiten acceso”.
La Asociación Médica de Israel envió el martes una carta al jefe de COGAT, mayor general Ghassan Alian, en la que pidió facilitar el ingreso de insumos médicos esenciales. En respuesta, un portavoz indicó que las FDI, mediante COGAT, han facilitado la entrega de más de 45.000 toneladas de suministros médicos a través de más de 3.000 camiones desde el inicio de la guerra. También declaró que han apoyado la instalación de 13 hospitales de campaña con recursos adecuados.

El portavoz añadió que Israel continuará permitiendo el ingreso de medicamentos y equipamiento sanitario a Gaza, mientras implementa medidas para evitar que Hamás utilice estos recursos con fines militares. La guerra comenzó el 7 de octubre de 2023, cuando Hamás lideró un ataque contra Israel que provocó la muerte de unas 1.200 personas y el secuestro de 251. Cincuenta rehenes continúan en Gaza, de los cuales 28 han sido confirmados como muertos por las FDI.
El Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás, estima más de 58.000 muertos o desaparecidos en la Franja, sin distinguir entre civiles y combatientes. Israel afirma haber eliminado a unos 20.000 combatientes hasta enero y a otros 1.600 terroristas durante el ataque inicial del 7 de octubre. Según el gobierno israelí, Hamás utiliza infraestructura civil como escudos humanos al operar desde viviendas, hospitales, escuelas y lugares de culto.