La investigación militar sobre el ataque con misiles de Hezbolá del 1 de septiembre contra vehículos de las FDI y un puesto avanzado de las FDI cerca de Avivim, en la frontera septentrional, ha encontrado una serie de fallas que pueden dar lugar a medidas disciplinarias contra varios oficiales superiores, según informó el martes Israel Hayom.
El incidente tuvo lugar cuando el sector se encontraba en estado de alerta por la preocupación de que el grupo terrorista chiíta respaldado por Irán tomara represalias por una serie de ataques en el Líbano, que los medios de comunicación extranjeros atribuyen a Israel, en particular el ataque con aviones no tripulados que destruyó un complejo de Hezbolá dedicado al proyecto de precisión de misiles del grupo, y la eliminación de sus bases de lanzamiento de drones en el Golán sirio.
El despliegue de las FDI en el sector incluyó el refuerzo y el desvío de fuerzas, ejercicios de engaño militar y órdenes explícitas a las tropas en relación con las zonas restringidas, algo que tenía por objeto evitar estallidos innecesarios en el ya volátil sector.
Esto incluyó la retirada de soldados israelíes de varios puestos avanzados de alto riesgo, así como la prohibición de la circulación de vehículos militares en varias carreteras cercanas a la frontera entre Israel y el Líbano.
Sin embargo, a pesar de estas instrucciones estrictas, una ambulancia militar blindada que transportaba a un médico del ejército y cuatro soldados entró en la zona restringida cerca de Avivim. Los terroristas de Hezbolá, que estaban al acecho, vieron el vehículo y le dispararon misiles.
Afortunadamente, los misiles no alcanzaron al vehículo y ninguna de las tropas israelíes resultó herida.
En primer lugar, las FDI creen que Hezbolá optó por no alcanzar su objetivo a propósito para evitar la escalada, pero las investigaciones finalmente desacreditaron esa suposición, llegando a la conclusión de que el afortunado resultado fue incidental, especialmente teniendo en cuenta que cualquier pérdida de vidas israelíes en el incidente probablemente habría desencadenado una guerra, algo que Israel trata de evitar.
La investigación, encabezada por el Comandante en Jefe del Comando Norte del OGC, General Amir Baram, encontró que el 402º Batallón de Artillería, que está encargado operacionalmente de supervisar el área de Avivim, violó las órdenes al permitir que la ambulancia entrara en el área.
Aun así, altos funcionarios del Estado Mayor criticaron el hecho de que el OGC estuviera culpando al batallón por el incidente y argumentaron que la responsabilidad recae en la División 300, que supervisa el sector en su conjunto.
La cuestión recae ahora en el Jefe de Estado Mayor de las FDI, el Teniente General Aviv Kohavi, quien revisará las conclusiones antes de que se tomen medidas contra los agentes implicados.
Una declaración de la Unidad del Portavoz de las FDI dijo que “la investigación operativa fue llevada a cabo en las últimas semanas por el Comando Norte de una manera exhaustiva y presentada a varios niveles oficiales, como es habitual en las FDI”.