El gabinete de seguridad autoriza ampliar la ofensiva en Gaza y renovar la ayuda humanitaria, con medidas para evitar desvíos por Hamás.
Israel refuerza estrategia militar y humanitaria en Gaza
El gabinete de seguridad de Israel aprobó por unanimidad un plan para ampliar la ofensiva militar en la Franja de Gaza, según confirmó un alto funcionario a The Times of Israel. La decisión, tomada en una reunión clave, busca intensificar las operaciones contra Hamás, grupo terrorista que controla el enclave, tras meses de enfrentamientos y negociaciones estancadas. La implementación de esta estrategia se pospondrá hasta después de la visita del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, programada para la próxima semana, mientras se agotan los esfuerzos para alcanzar un acuerdo de alto el fuego y liberación de rehenes.
La ampliación de la ofensiva responde a la necesidad de neutralizar las capacidades militares de Hamás, responsables de ataques continuos contra civiles y soldados israelíes desde el 7 de octubre de 2023, cuando el grupo perpetró una incursión que dejó 1,200 muertos y 251 secuestrados. Medios hebreos como Israel Hayom informaron que el plan incluye la movilización de decenas de miles de reservistas y operaciones en áreas de Gaza no abordadas previamente, con el objetivo de desmantelar infraestructura terrorista subterránea y en superficie. El general Eyal Zamir, jefe del ejército, emitió órdenes para preparar a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) para una segunda fase intensiva, según el Canal 14.
El primer ministro Benjamin Netanyahu, bajo presión de su coalición, ha resaltado que el objetivo sigue siendo doble: liberar a los rehenes y garantizar que Gaza no represente una amenaza futura para Israel. En un comunicado, Netanyahu señaló: “No permitiremos que Hamás reconstruya su capacidad terrorista”. La decisión llega en un momento crítico.
En paralelo, el gabinete aprobó un mecanismo renovado para la entrega de ayuda humanitaria a Gaza, con el objetivo de minimizar el desvío de recursos por parte de Hamás. El único voto en contra fue del ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, quien argumentó que cualquier asistencia podría beneficiar indirectamente a los terroristas. El plan, reportado inicialmente por The Times of Israel, delega la distribución de alimentos a organizaciones internacionales y contratistas de seguridad privada, alejando a las FDI de la logística directa. Las tropas israelíes se limitarán a proporcionar seguridad perimetral para proteger las entregas.
Datos clave sobre la estrategia de Israel en Gaza
- Expansión militar: Se movilizarán hasta 40,000 reservistas, según Arutz Sheva, para operar en zonas estratégicas de Gaza.
- Duración: La ofensiva no comenzará antes del 12 de mayo de 2025, tras la visita de Donald Trump, reporta Jerusalem Post.
- Ayuda humanitaria: Se entregarán cajas de alimentos individuales a familias, con un estimado de 500,000 unidades mensuales, según Ynet.
- Control de desvíos: Hamás ha desviado hasta el 60% de la ayuda previa, afirma un informe del Israel Security Agency.
- Costos: La operación militar costará aproximadamente 10 mil millones de shekels, estima Globes.
Contexto de la decisión y negociaciones en curso
La aprobación del plan militar coincide con un estancamiento en las negociaciones mediadas por Qatar y Egipto para un nuevo acuerdo de rehenes. Hamás ha retrasado la liberación de tres secuestrados programada para el 3 de mayo, según The Washington Post, lo que llevó al ministro de Defensa, Israel Katz, a ordenar máxima preparación militar. Fuentes del Canal 12 indican que Israel busca presionar al grupo terrorista para aceptar un acuerdo que incluya la liberación de todos los rehenes restantes, estimados en 100, a cambio de un cese temporal de hostilidades.
El enfoque humanitario, por su parte, responde a la presión internacional para aliviar las condiciones en Gaza, donde la infraestructura ha colapsado tras 15 meses de conflicto. Según Ynet, el nuevo sistema de entrega de ayuda priorizará la transparencia, con auditorías independientes para garantizar que los recursos lleguen a los destinatarios previstos. Un funcionario árabe citado por Al-Monitor confirmó que Egipto apoya el mecanismo, siempre que no implique desplazamientos forzados de palestinos.
La visita de Donald Trump agrega una dimensión estratégica. El presidente estadounidense ha expresado apoyo a las operaciones de Israel contra Hamás, pero también ha propuesto ideas controvertidas, como la reconstrucción de Gaza bajo supervisión estadounidense, según Reuters. En Israel, figuras como Bezalel Smotrich, ministro de Finanzas, han elogiado la postura de Trump, aunque medios como Haaretz advierten que sus propuestas podrían complicar las relaciones con aliados árabes como Jordania y Egipto.
La coalición de Netanyahu, liderada por el Likud, enfrenta tensiones internas. Ben Gvir y otros ultranacionalistas exigen una ofensiva total sin concesiones, mientras que sectores moderados, como el exgeneral Benny Gantz, abogan por equilibrar la acción militar con avances diplomáticos. Arutz Sheva reporta que el gabinete de seguridad se reunirá nuevamente tras la visita de Trump para definir los plazos exactos de la operación.
Implicaciones regionales y operativas
La decisión de Israel de ampliar su presencia militar en Gaza ha generado reacciones mixtas. En medios en inglés, como Breitbart, se destaca el respaldo de Trump como un factor clave para disuadir a actores regionales como Irán, que financia a Hamás. Por otro lado, Al Jazeera reporta críticas de la Autoridad Palestina, que teme una escalada que afecte la estabilidad en Judea y Samaria.
Operativamente, las FDI planean combinar ataques aéreos de precisión con incursiones terrestres, según Israel National News. El foco estará en destruir túneles y arsenales de Hamás, que aún conserva capacidad para lanzar cohetes, como se vio en un ataque menor el 2 de mayo, interceptado por el sistema Cúpula de Hierro. Un informe de Globes estima que la operación podría durar seis meses, con un costo económico significativo para Israel.
En el frente humanitario, el nuevo sistema de ayuda busca corregir fallos previos. Un análisis de Jerusalem Post señala que Hamás ha utilizado la ayuda para financiar su red terrorista, incluyendo pagos a combatientes y construcción de túneles. La intervención de contratistas privados, respaldados por firmas de seguridad como G4S, garantizará una distribución más directa, según Ynet.