La Fuerza Aérea de Israel ejecutó una serie de bombardeos masivos contra múltiples objetivos en Irán durante la noche. Entre los blancos figuraron la instalación nuclear de Isfahán y cuatro lanzadores de misiles balísticos, según informó el ejército israelí.
Un total de 50 aviones de combate participaron en la operación, que desplegó 150 municiones. Los ataques se concentraron en puntos estratégicos, con un enfoque particular en el complejo nuclear de Isfahán, ya golpeado por Israel al inicio de la guerra. El objetivo fue infligir un daño severo al programa nuclear iraní.
En el complejo de Isfahán, las fuerzas israelíes destruyeron una planta dedicada a la producción de centrifugadoras, además de otros sitios militares vinculados al régimen iraní en la misma región, precisaron las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
El ejército israelí afirmó que los bombardeos causaron un “daño significativo” a la capacidad de Irán para fabricar centrifugadoras, un componente clave en el enriquecimiento de uranio.
Por otro lado, las FDI neutralizaron cuatro lanzadores de misiles balísticos antes de que estos pudieran disparar una salva contra territorio israelí.
Durante la noche, los ataques también alcanzaron camiones empleados para desplegar drones contra Israel, almacenes de misiles balísticos, infraestructura de lanzamiento y sistemas de radar iraníes. Asimismo, se destruyeron sitios de defensa antiaérea, según el reporte del ejército israelí.