El sitio de noticias Walla informó que un comandante de la Fuerza Aérea de Israel (IAF) aseguró que están preparados para cualquier orden, incluso si implica un cambio de 90 grados hacia el este, refiriéndose claramente a Irán como objetivo potencial.
El viernes pasado, la IAF lanzó ataques contra objetivos hutíes en Yemen. Estos ataques se dieron en un contexto de advertencias por parte de las autoridades israelíes, quienes amenazaron con perseguir a los líderes del grupo respaldado por Irán si no cesaban los ataques con drones y misiles que llevan a cabo desde hace 15 meses.
Según el ejército israelí, participaron más de 20 aeronaves en los bombardeos, entre ellas aviones de combate, de reabastecimiento y de reconocimiento. Se lanzaron unas 50 municiones dirigidas a tres puntos estratégicos: los puertos de Hodeida y Ras Isa en la costa oeste de Yemen, así como la planta de energía de Hezyaz, ubicada cerca de Saná, la capital yemení.
Estos bombardeos tuvieron lugar a casi 2.000 kilómetros de distancia de Israel. En una entrevista con el Canal 12, un comandante que participó en la misión destacó que la distancia entre Yemen e Israel es incluso mayor que la existente con Irán. “Si yo estuviera en Irán, no estaría tranquilo. La fuerza aérea está lista para actuar en Irán ahora mismo”, aseguró el comandante.
Además, el oficial subrayó que no existen límites en cuanto a las capacidades de la Fuerza Aérea israelí. Estas declaraciones se producen mientras los hutíes continúan lanzando ataques contra Israel, lo que ha llevado a algunos altos mandos de seguridad a plantear la posibilidad de golpear directamente a Irán. Argumentan que los ataques a los hutíes en Yemen no han sido suficientes para disuadirlos.
La prensa hebrea ha informado que entre los funcionarios que apoyan esta acción se encuentra David Barnea, jefe del Mossad. Según informaciones, Barnea habría dicho a funcionarios del gobierno que atacar solo a los hutíes no es suficiente para detener las amenazas y que es necesario dirigirse directamente contra Irán, que es quien los respalda.
Desde octubre de 2023, los hutíes han lanzado más de 350 drones y misiles balísticos contra Israel. Estos ataques comenzaron después de que el grupo terrorista Hamás perpetrara un ataque en el sur de Israel, que dejó un saldo de unas 1.200 víctimas mortales y más de 250 rehenes, lo que desencadenó la guerra en Gaza.
Irán, aunque niega su apoyo a los hutíes, ha sido acusado de proveer tanto municiones como financiamiento al grupo insurgente yemení. La comunidad internacional sigue observando con preocupación las acciones de Irán en la región.
Por otro lado, se especula que Israel podría estar preparando un ataque contra las instalaciones nucleares de Irán. Axios informó recientemente que Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, presentó a Joe Biden un conjunto de opciones para un posible ataque estadounidense si Irán sigue avanzando en su programa nuclear.
Irán ha incrementado su producción de uranio enriquecido, siendo el único país sin armamento nuclear que posee uranio enriquecido al 60%. Esta cifra lo deja a un paso del nivel necesario para fabricar armas nucleares, según el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
En respuesta a ataques previos, Israel llevó a cabo dos operaciones directas contra Irán durante el último año. Uno de esos ataques ocurrió en abril, cuando las fuerzas israelíes destruyeron una batería de defensa aérea cerca de una instalación nuclear iraní.
El pasado 26 de octubre, aviones de combate israelíes ejecutaron otra serie de bombardeos contra infraestructuras iraníes relacionadas con su programa de misiles balísticos y sus defensas aéreas. Durante la operación, atacaron fábricas, almacenes, lanzadores e instalaciones de investigación, incluidas algunas que se sospecha están vinculadas al desarrollo de armamento nuclear.
A comienzos de ese mismo mes, Irán lanzó 200 misiles balísticos hacia Israel, lo que obligó a la población a refugiarse en búnkeres y habitaciones seguras. Aunque los daños fueron relativamente menores, el ataque afectó algunas bases militares y zonas residenciales, además de causar la muerte de un palestino en Judea y Samaria.
Israel se mantiene en alerta y evalúa constantemente sus próximos pasos ante la creciente amenaza de Irán y sus aliados regionales.