Un ataque aéreo israelí en el sur del Líbano provocó la muerte de una persona, según informó el viernes el Ministerio de Salud libanés.
El ataque se produjo a pesar del alto el fuego vigente entre Israel y Hezbolá, organización respaldada por Irán. De acuerdo con el comunicado, un vehículo fue alcanzado por un dron israelí en las proximidades de al-Numairiya, en el distrito de Nabatiyeh, lo que dejó un saldo de un muerto y cinco heridos.
Horas más tarde, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y el servicio de inteligencia Shin Bet confirmaron que el objetivo del ataque fue Muhammad Shoaib, un agente terrorista implicado en la planificación de atentados contra Israel. El ejército lo describió como un actor central en la ejecución de operaciones armadas y en el establecimiento de redes logísticas en Líbano para dichos fines.
Según las FDI, Shoaib había coordinado el tráfico de armas desde Irán hacia Líbano, Siria y Judea y Samaria. Su rol incluía la introducción clandestina de armamento en territorio israelí para facilitar ataques y consolidar infraestructuras operativas en la región. Las fuerzas israelíes señalaron que su eliminación afecta la capacidad logística de grupos armados presentes en esas áreas.
Desde la entrada en vigor del alto el fuego con Líbano a fines de noviembre, Israel ha mantenido ataques específicos contra personal e instalaciones de Hezbolá, citando infracciones a los términos del acuerdo. Las FDI indicaron que, desde entonces, han neutralizado a más de 180 operativos vinculados a dicha organización.
El jueves, las FDI confirmaron la muerte de Muhammad Jamal Murad, comandante de las fuerzas de artillería de Hezbolá en el sur del Líbano. Fue localizado en la zona de Mansouri, al sur de Tiro. Según el ejército israelí, Murad había coordinado ataques con cohetes contra Israel durante la guerra y había estado activo en la restauración de capacidades ofensivas en el sector costero.
El ejército declaró que las acciones de Murad infringían directamente los términos del entendimiento entre Israel y Líbano. Además, durante la noche del jueves, las FDI destruyeron un complejo militar de Hezbolá en la localidad de Yohmor. El lugar, según los informes, funcionaba como cuartel general encubierto dentro de una estructura civil.
Las FDI señalaron que Hezbolá había utilizado a la población civil para encubrir operaciones armadas, lo que calificaron como una violación directa de los acuerdos con Líbano. El ejército afirmó haber implementado medidas para reducir al mínimo el impacto sobre civiles durante la operación.
El alto el fuego había puesto fin a más de un año de enfrentamientos entre Israel y Hezbolá, incluidos dos meses de guerra abierta en el sur del Líbano a fines del año anterior. El 8 de octubre de 2023, Hezbolá comenzó ataques sin provocación contra objetivos militares y comunidades israelíes en el norte del país, en apoyo a Hamás, responsable de una incursión armada en el sur de Israel el día anterior.
Según los términos del alto el fuego, Hezbolá debía retirar a sus fuerzas al norte del río Litani y eliminar toda presencia militar en el sur del Líbano. Israel, por su parte, debía replegarse, manteniendo su capacidad de respuesta ante amenazas. El gobierno libanés ha llevado a cabo operativos para desmantelar estructuras armadas en esa región y ha confiscado gran parte del arsenal perteneciente al grupo.
El viernes, el presidente libanés Joseph Aoun afirmó que, aunque existe disposición para mantener relaciones pacíficas con Israel, la normalización de vínculos diplomáticos no forma parte de la política exterior del país en la actualidad.