Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaron el sábado que atacaron una sala de comando establecida por agentes terroristas en una escuela de la ciudad de Gaza, donde se refugiaban civiles palestinos. Según las autoridades de la Franja de Gaza, controladas por Hamás, más de 90 personas murieron en el ataque aéreo, describiendo el hecho como una “masacre horrible”. Sin embargo, las FDI manifestaron un profundo escepticismo ante esta cifra, considerando que las estimaciones podrían haber sido exageradas.
El director del hospital Al-Ahli en Gaza, Fadel Naeem, declaró a The Associated Press que el centro médico recibió los cuerpos de 70 víctimas fatales y partes de al menos otros 10 cadáveres. Según el Ministerio de Salud, también dirigido por Hamás, 47 personas resultaron heridas en el ataque. Naeem detalló que algunos de los heridos presentaban quemaduras severas y que a varios se les tuvieron que amputar miembros, afirmando que “estas son algunas de las heridas más graves que hemos visto durante la guerra”.
Durante una conferencia de prensa televisada, Mahmud Bassal, portavoz de la Defensa Civil Palestina, mencionó que hasta ese momento se habían registrado más de 93 muertos, incluidos 11 niños y seis mujeres, con restos aun sin identificar. Inicialmente, Hamás había estimado las víctimas mortales en más de 100, pero posteriormente revisó la cifra a la baja.
Las FDI afirmaron que, de acuerdo con su inteligencia, al menos 20 agentes terroristas, entre ellos “comandantes de alto rango”, se encontraban en la escuela al momento del ataque. El ejército negó rotundamente las afirmaciones de que más de 90 palestinos murieron en el bombardeo, señalando que, según su evaluación preliminar, las cifras reportadas por la oficina de prensa de Gaza, controlada por Hamás, estaban infladas y no coincidían con la información de las FDI, las municiones empleadas y la precisión del ataque.
El ataque, según las FDI, se dirigió contra una sala de mando “activa” de Hamás y la Yihad Islámica Palestina ubicada en una mezquita dentro del complejo escolar Al-Taba’een, en el barrio Daraj de Gaza. Indicaron que los terroristas utilizaban el lugar como escondite y para planear y ejecutar ataques contra Israel y las tropas israelíes en Gaza.
Las FDI afirmaron haber implementado diversas medidas para minimizar el daño a los civiles, como el uso de vigilancia aérea y municiones de precisión, además de recabar inteligencia adicional. Asimismo, acusaron a Hamás de violar sistemáticamente el derecho internacional al operar desde refugios civiles y utilizar a la población civil y las instituciones como escudos humanos para sus actividades terroristas.
Por su parte, la oficina de prensa de Hamás señaló que el ataque ocurrió mientras las personas refugiadas en la escuela realizaban las oraciones del amanecer, lo que se saldó con un elevado número de víctimas. El grupo terrorista negó la presencia de terroristas en la escuela en el momento del ataque y afirmó, falsamente, que sus combatientes y miembros de otros grupos armados siguen una “política estricta” de no estar entre los civiles.
Según evaluaciones militares, Hamás estaría enfrentando dificultades para mantenerse en los túneles a medida que la guerra se prolonga, lo que les obliga a trasladarse cada vez más a lugares en la superficie, escondiéndose entre la población civil. Además, las FDI informaron hace dos días que también habían atacado centros de mando y control de Hamás en otras escuelas de los barrios Daraj y Tuffah. El lunes, las FDI informaron que el comandante del Batallón Sheikh Radwan de Hamás había muerto en un ataque aéreo contra una escuela en Gaza.
Israel lanza nueva operación en Gaza tras advertir a civiles de evacuar
Varias escuelas cerradas han sido convertidas en refugios para palestinos desplazados debido a la guerra, aunque Israel sostiene que Hamás utiliza habitualmente estos sitios para sus operaciones y para esconderse de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Israel asegura que sus ataques en estos lugares están dirigidos específicamente a los combatientes, buscando minimizar los daños a la población civil.
El viernes por la mañana, las FDI iniciaron una nueva incursión terrestre en Jan Yunis, ubicada al sur de la Franja de Gaza. Según informaron, la operación se basa en “información de inteligencia que indica la presencia de terroristas e infraestructura terrorista en la zona”. Un día antes, el ejército israelí había ordenado a los palestinos en esa área que evacuaran hacia una zona humanitaria designada por Israel antes de reanudar sus operaciones militares.
El coronel Avichay Adraee, portavoz en árabe de las FDI, alertó que el ejército actuaría “con fuerza” contra los grupos terroristas en esa región. Actualmente, alrededor de 1,9 millones de palestinos, de los 2,3 millones que habitan en Gaza, se encuentran en la zona humanitaria ubicada en al-Mawasi, en la costa de la Franja, así como en los barrios occidentales de Jan Yunis y Deir al-Balah, en el centro de Gaza.
Las FDI explicaron que el objetivo de esta nueva ofensiva es evitar que los grupos terroristas en la Franja de Gaza se reorganicen. Israel ha intensificado sus operaciones precisas en Gaza como parte de la guerra en curso contra Hamás, desencadenada por el brutal ataque del grupo terrorista el 7 de octubre en el sur de Israel, que se saldó con 1.200 muertos y 251 personas secuestradas.
Israel ha jurado destruir al grupo palestino en represalia por el ataque del 7 de octubre, aunque ha acordado reanudar las negociaciones la próxima semana para un alto el fuego a cambio de rehenes, tras intensas gestiones diplomáticas para evitar una escalada mayor en la región.
El Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás, reporta que más de 39.000 personas han muerto o están desaparecidas en los combates en la Franja, aunque estas cifras no han sido verificadas y no distinguen entre civiles y combatientes. Israel, por su parte, afirma que ha eliminado a unos 15.000 combatientes en los enfrentamientos y a alrededor de 1.000 terroristas durante el ataque del 7 de octubre en su territorio.
El número de soldados israelíes caídos en la ofensiva terrestre contra Hamás en Gaza y en las operaciones militares en la frontera con la Franja asciende a 331.