En respuesta al reciente ataque de Hamás, Israel lanza una operación especial para localizar y neutralizar a los líderes del grupo terrorista.
Tras el devastador ataque de Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre, el Mossad y el Shin Bet han establecido un centro de operaciones especiales dedicado a localizar y eliminar a los miembros de la unidad de comandos de Hamás responsable del asalto.
Según informa Ynet, la unidad lleva el nombre de “Nili”, referente a una organización judía clandestina de la Primera Guerra Mundial y acrónimo en hebreo que significa “el Eterno de Israel no mentirá”.
El informe detalla que la misión principal del centro es eliminar a los combatientes de Nukbha involucrados en el ataque sorpresa, durante el cual aproximadamente 2.500 terroristas ingresaron a Israel y masacraron a más de 1.400 personas, en su mayoría civiles. Además, los atacantes tomaron como rehenes a 210 individuos en Gaza.
Desde el atentado, las Fuerzas de Defensa de Israel han confirmado la muerte de varios comandantes de Nukbha, incluyendo a figuras prominentes como Billal al-Qedra y Ali Qadhi. Recientemente, se reportó que más de 10 miembros de Nukhba fueron eliminados en ataques en la Franja de Gaza.
En medio de preparativos para una posible ofensiva terrestre, Israel ha dejado claro que todos los miembros de Hamás son objetivos.
Entre los más buscados están Muhammad Deif, comandante militar de Hamás, y Yahya Sinwar, líder político del grupo. Las autoridades israelíes han enfatizado que la búsqueda de estos individuos será implacable.
“Los terroristas de Hamás tienen dos opciones: Ser asesinados o rendirse incondicionalmente. No hay una tercera opción”, afirmó el ministro de Defensa, Yoav Gallant, en una declaración que subraya la severidad de la postura israelí.
En respuesta, portavoces de Hamás han declarado que el grupo “no tiene miedo”, desafiando las advertencias de Israel. Según fuentes de seguridad, Deif y Sinwar actualmente se ocultan dentro de una compleja red de túneles, preparados para resistir la intensa campaña de bombardeos iniciada después de los ataques que sacudieron a las comunidades israelíes y las bases militares en la frontera.
Israel ha señalado a Yahya Sinwar, líder de Hamás en Gaza desde 2017, y a Muhammad Deif, comandante militar del grupo, como figuras centrales en su respuesta a los ataques terroristas perpetrados por Hamás. El teniente coronel Richard Hecht, portavoz militar, no ocultó la gravedad de las intenciones de Israel al referirse a Sinwar como un “hombre muerto andante”.
Yahya Sinwar, conocido por su defensa de la lucha armada desde la fundación de Hamás en 1987, estuvo encarcelado en Israel durante 23 años antes de ser liberado en un intercambio de prisioneros en 2011. Tanto él como Deif, oriundos de Gaza, han estado en la lista de terroristas más buscados por Estados Unidos desde 2015.
Muhammad Deif, enemigo declarado de Israel y líder de las Brigadas Izz ad-Din al-Qassam, ha permanecido en gran parte una incógnita, evitando la atención pública y sobreviviendo a múltiples intentos de asesinato. Su perfil se elevó tras un mensaje de audio difundido por los medios de Hamás, prometiendo continuar la ofensiva contra Israel.
A pesar de las graves heridas sufridas a lo largo de los años, incluyendo la pérdida de un ojo y discapacidades, Deif ha mantenido una influencia significativa dentro de Hamás. Su historia con el grupo se remonta a los años 80, y su notoriedad aumentó después de asumir el control del ala militar en 2002.
Israel, tras los eventos sangrientos del 7 de octubre, ha sido explícito en sus advertencias. “Todos los miembros de Hamás son hombres muertos”, declaró el primer ministro Benjamin Netanyahu, subrayando la intensidad de la situación actual.
Aunque la eliminación de Sinwar y Deif podría ser un golpe para Hamás, expertos como H.A. Hellyer, del Royal United Services Institute de Londres, señalan que esto no significará el fin del grupo terrorista. “La estructura de Hamás permite la contingencia de continuar incluso ante la pérdida de sus líderes clave”, explicó Hellyer, sugiriendo una resiliencia incorporada dentro de la organización militante.
La búsqueda de Deif y Sinwar, por lo tanto, representa un momento crítico en la lucha prolongada en la región, con implicaciones que probablemente se sentirán mucho más allá de las fronteras de Israel y Gaza.