Funcionarios militares israelíes informaron de que el domingo por la noche las tropas israelíes impidieron la entrada de cientos de miles de shekels en armamento y drogas procedentes del Líbano.
Las FDI dijeron que mientras patrullaban cerca de la ciudad de Ghajar, los soldados observaron a un hombre que intentaba colar una enorme bolsa en la nación y enviaron inmediatamente refuerzos a la zona.
El individuo fue encontrado en posesión de dos armas de fuego y 30 kilogramos de una sustancia no identificada con un valor estimado en la calle de 800.000 NIS (225.000 dólares), después de que los soldados dispararan bengalas sobre la región para localizarlo.
Según las FDI, entregaron a la policía al individuo detenido junto con las pistolas y la droga.
En algunos de los cargamentos de droga figuraba la división de lujo Lexus del fabricante japonés de automóviles Toyota, como se ve en una imagen difundida por el ejército.
Los países de Oriente Medio, Líbano y Siria, son los principales productores de Captagon, un estimulante similar a la anfetamina. La mayor parte se dirige a Arabia Saudita para su uso recreativo ilícito.
El gobierno de Israel la ha bautizado anteriormente como la “droga del Estado Islámico”, al suponer que era utilizada por los yihadistas para combatir la ansiedad y el agotamiento en el campo de batalla en Siria e Irak.
No es la primera vez que se interceptan pastillas de Captagon antes de que lleguen a la Franja de Gaza.
Las exportaciones de Captagon desde Siria tenían un valor de al menos 3.460 millones de dólares en 2020, según un análisis del Centro de Análisis e Investigación Operativa que contó con el apoyo de la Unión Europea.
Según el ejército, los agentes de seguridad israelíes impidieron el año pasado muchos intentos de introducir hachís y armamento en Israel desde el Líbano en nombre de la organización terrorista Hezbolá.
Hezbolá controla desde hace mucho tiempo el territorio inmediatamente cercano a la frontera israelí, por lo que es muy improbable que fuera ajeno a las actividades de contrabando.
El tráfico de drogas es una fuente de ingresos bien documentada para la organización terrorista.