Un funcionario israelí reveló que la operación militar contra Irán podría extenderse entre dos y tres semanas, aunque la duración dependerá de las decisiones políticas sobre la amplitud de la campaña.
“Contamos con un conjunto de objetivos militares que podemos neutralizar rápidamente”, afirmó el funcionario. Sin embargo, si las autoridades optan por atacar símbolos gubernamentales o económicos, la duración de la operación se prolongará significativamente.
El objetivo principal de Israel, según el funcionario, es forzar un acuerdo nuclear más estricto entre Irán y las potencias occidentales. “Queremos infligir suficiente daño al programa nuclear para regresar a la diplomacia y asegurar un acuerdo favorable”, explicó.
Mensajes enviados por Irán a través de intermediarios indican que el país está dispuesto a cesar sus ataques si Israel detiene los suyos primero. “Irán señala que, si Israel para, ellos también lo harán y están listos para negociar”, detalló el funcionario, aunque subrayó que Israel debe dar el primer paso.
Las Fuerzas de Defensa de Israel evalúan los daños causados por los ataques, pero aún no cuentan con un panorama completo. Informes preliminares sugieren que la instalación nuclear subterránea de Natanz sufrió daños, junto con infraestructura en superficie, aunque los detalles están bajo análisis.
El funcionario expresó menor confianza en la capacidad de Israel para impactar significativamente la instalación nuclear de Fordo de manera unilateral, debido a su complejidad y fortificación.