El gobierno israelí y el libanés han decidido extender el plazo para la retirada de las tropas israelíes del sur del Líbano hasta el 18 de febrero, después de que venciera el periodo inicial de 60 días estipulado en el acuerdo de alto el fuego que detuvo la guerra con Hezbolá a finales de noviembre. Israel solicitó más tiempo debido a la falta de despliegue del ejército libanés en la zona.
Las autoridades israelíes justificaron su permanencia alegando que el ejército libanés aún no ha cumplido con el despliegue pactado en el sur, necesario para evitar que Hezbolá recupere su presencia militar. Por su parte, el ejército libanés insiste en que no puede movilizarse hasta que las tropas israelíes completen su retirada.
Un comunicado de la Casa Blanca confirmó que el acuerdo supervisado por Estados Unidos seguirá vigente hasta el 18 de febrero de 2025. Además, se anunció el inicio de negociaciones entre ambos gobiernos para tratar el regreso de los prisioneros libaneses capturados tras los enfrentamientos de octubre de 2023, cuando Hezbolá lanzó ataques contra Israel al día siguiente de la ofensiva de Hamás en el sur.
El enviado de Estados Unidos para Medio Oriente, Steve Witkoff, destacó la cooperación de Israel, calificándola como un aliado firme y eficaz en la región. Según Witkoff, los recientes acuerdos reflejan la capacidad de ambas partes para sortear obstáculos y mantener el cese de hostilidades.
El anuncio de la prórroga coincidió con el vencimiento del plazo inicial para la retirada israelí. Aunque el gobierno israelí no ofreció declaraciones específicas, el ministro de Defensa, Israel Katz, reiteró en redes sociales su compromiso con el cumplimiento del alto el fuego en el norte y el sur, advirtiendo que cualquier violación sería respondida con contundencia.
El primer ministro interino de Líbano, Najib Mikati, también confirmó la extensión del alto el fuego tras consultas con Estados Unidos. Mikati aseguró que su gobierno continuará aplicando el acuerdo hasta la nueva fecha límite.
Hezbolá, sin embargo, rechazó la prórroga e instó a la población del sur del Líbano a seguir resistiendo a las fuerzas israelíes. El domingo se registraron enfrentamientos mortales cuando manifestantes libaneses, muchos con pancartas de Hezbolá, desafiaron a los soldados israelíes. La violencia dejó un saldo de 22 muertos, según las autoridades libanesas.
El periódico Al-Akhbar, identificado como afín a Hezbolá, informó que las protestas en las aldeas fronterizas continuarán, afirmando que los residentes no esperarán autorización para expulsar a las tropas israelíes restantes. Además, fuentes cercanas al grupo señalaron que Hezbolá no participará en nuevas negociaciones sobre la prórroga y exige la retirada inmediata de Israel, tal como estipula el acuerdo inicial.
El pacto alcanzado el 27 de noviembre puso fin a dos meses de intensos combates tras meses de enfrentamientos menores. Hezbolá intensificó sus ataques contra Israel después de la ofensiva de Hamás del 7 de octubre, que desencadenó la guerra en Gaza y desplazó a miles de residentes del norte de Israel.
En respuesta, Israel incrementó su ofensiva contra Hezbolá, asestando golpes significativos a su liderazgo, incluida la eliminación de Hassan Nasrallah, y llevó a cabo una invasión terrestre en el sur del Líbano para garantizar la seguridad fronteriza y facilitar el retorno de los desplazados.
Hezbolá responsabilizó al Estado libanés de garantizar la retirada de Israel y denunció que la permanencia de las tropas israelíes tras la fecha límite representa una violación del acuerdo. Este estipula que Hezbolá debe replegarse al norte del río Litani y desmantelar su infraestructura militar en el sur, mientras el ejército libanés y las fuerzas de la ONU se despliegan en la zona para reemplazar a las tropas israelíes.
El ejército israelí ha señalado que sigue descubriendo y confiscando armas de Hezbolá en áreas restringidas, acusando al ejército libanés de no cumplir con su parte del acuerdo.