El jefe del Estado Mayor de las FDI, teniente general Eyal Zamir, calificó como “incitador y vergonzoso” el ataque verbal contra el jefe del Comando Central, mayor general Avi Bluth, tras sus comentarios sobre que una aldea de Judea y Samaria “pagaría un alto precio” luego de un ataque a tiros por parte de un residente.
Zamir emitió la declaración pocas horas después de que el columnista de Haaretz, Gideon Levy, criticara a Bluth como “general de derramamiento de sangre” y “criminal de guerra”, señalándolo además como “uberkommandant”.
Durante el fin de semana, las FDI arrancaron miles de olivos en la aldea de al-Mughayyir, cubriendo aproximadamente 300 dunams (74 acres), como parte de las operaciones posteriores al ataque del residente. Asimismo, el ejército impuso un toque de queda de tres días en la zona, levantado el domingo por la mañana. Bluth visitó el lugar el jueves por la noche y declaró que la aldea “pagaría un alto precio”, una frase interpretada por algunos como castigo colectivo.
En una aclaración posterior, las FDI precisaron que el desarraigo se ejecutó por “necesidad operativa” para despejar la vegetación que permitió al atacante escapar. El ejército subrayó que Bluth actúa conforme a la ley y a consideraciones operativas, rechazando cualquier intención punitiva. Un oficial superior explicó que Bluth ordenó a las tropas diferenciar entre civiles y terroristas para minimizar la interrupción de la vida cotidiana en la aldea.
Zamir añadió que “el general Bluth es un oficial de combate de primer orden, moral y ético, que ha trabajado durante años, día y noche, por la seguridad del Estado de Israel y sus residentes, y específicamente por los residentes de Judea y Samaria”. Agregó que “usar estas imágenes retorcidas en su contra cruza todas las líneas rojas”, refiriéndose a las acusaciones de Levy sin entrar en valoraciones.