“Jenín se ha convertido en un avispero del terrorismo en los últimos años, y la semana pasada se produjeron algunos acontecimientos peligrosos”, afirma.
“Estábamos esperando el momento oportuno —en cuanto a inteligencia y meteorología— para lanzar una amplia operación destinada a desmantelar la infraestructura terrorista. Jenín está infestado de armas, centros de mando, artefactos explosivos improvisados, municiones, de todo”.
“Utilizamos una táctica sorpresa: esperaban que llegáramos por tierra, pero atacamos desde el aire. Las fuerzas terrestres se movilizaron para crear confusión. No puedo entrar en nuestra estrategia más allá de eso. Tendremos que ver cómo termina el día, pero creo que fue un comienzo exitoso”.
“Todas nuestras mejores fuerzas están en Jenín. Empezamos con un centro de mando justo en el centro del campamento, y estamos yendo poco a poco de un objetivo a otro dentro del campamento. Intentamos romper la mentalidad de que el campo es un refugio seguro para los terroristas. Seguiremos todo el tiempo que sea necesario”.
“Nuestros enemigos irán a por todos los judíos o israelíes que puedan. Nosotros solo vamos a por objetivos, y aunque haya errores, solo vamos a por tiradores armados que quieren matar judíos. Ellos saben cómo presionar esos puntos, pero nosotros mantenemos nuestro código de conducta, aunque sea perjudicial”.
“Presionamos a los medios internacionales para que hagan mejor periodismo, para que den la perspectiva de las FDI en un determinado escenario. Tenemos que ser rápidos, pero creíbles. Recientemente hemos aprendido a no dejar pasar el tiempo cuando algo malo sucede y sabemos que fuimos nosotros, decimos rotundamente «Sí, algo sucedió, tuvimos que entrar, era una zona de batalla, y algunas personas que no estaban involucradas murieron. Hubo gente que disparó a nuestros soldados, y los errores ocurren». No tenemos que justificarnos, pero tenemos que decir la verdad”.