Israel bombardea Teherán y Yazd tras ataques de EE. UU. a Fordo, Natanz e Isfahan, en una escalada contra el programa nuclear iraní.
Operación militar conjunta contra instalaciones nucleares iraníes
El teniente general Eyal Zamir, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), anunció el domingo que la guerra contra Irán alcanzó un punto crítico tras los ataques estadounidenses a las instalaciones nucleares iraníes de Fordo, Natanz e Isfahan. Los bombardeos, parte de la operación estadounidense Martillo de Medianoche, marcaron la entrada directa de Estados Unidos en la guerra, que Israel inició el 13 de junio de 2025. Zamir destacó la coordinación entre líderes israelíes y estadounidenses, incluidos el general John Daniel Caine y el general Michael Kurilla del Comando Central, como clave para los ataques de alta precisión que dañaron severamente la infraestructura nuclear iraní.
El presidente estadounidense Donald Trump calificó los ataques como un “éxito militar espectacular”, al afirmar que las 14 bombas antibúnker de 30.000 libras, que lanzaron bombarderos B-2 junto con misiles Tomahawk, eliminaron la amenaza nuclear iraní. Según Trump, los sitios atacados albergaban uranio enriquecido cercano al grado armamentístico, lo que representaba un peligro para Israel y la región. La operación involucró más de 125 aviones militares, incluidos siete bombarderos furtivos, y tuvo como objetivo neutralizar la capacidad de Irán para desarrollar armas nucleares.
Israel, por su parte, aumentó sus operaciones el domingo, cuando 30 aviones de combate bombardearon sitios de misiles y drones en Teherán, Isfahan, Bushehr, Ahvaz y, por primera vez, Yazd. Una segunda incursión involucró a 20 aviones que lanzaron 30 bombas, incluido un ataque al cuartel general de misiles estratégicos Imam Hussein en Yazd, donde se almacenaban misiles Khorramshahr de largo alcance. El mayor general Tomer Bar, jefe de la Fuerza Aérea israelí, confirmó que los ataques destruyeron misiles y túneles de almacenamiento, a 2.200 kilómetros de Israel, en una de las misiones más lejanas de la fuerza aérea.
כ-30 מטוסי קרב של חיל האוויר תקפו מוקדם יותר היום (א') באמצעות יותר מ-60 חימושים, עשרות מטרות צבאיות ברחבי איראן בהכוונה מודיעינית של אגף המודיעין.
— צבא ההגנה לישראל (@idfonline) June 22, 2025
במסגרת גל התקיפות, מטוסי קרב תקפו לראשונה את מפקדת הטילים האסטרטגיים ״אימאם חוסיין" במרחב יזד, בה אוחסנו טילים ארוכי טווח מסוג… pic.twitter.com/fbwSyaWASD
Las FDI reportaron que los ataques en Yazd eliminaron lanzadores de misiles, sitios de producción de defensas antiaéreas, un regimiento de drones y una instalación de almacenamiento en varias ciudades. Un dron israelí identificó y neutralizó a soldados iraníes que armaban lanzadores en Yazd. Según la agencia iraní Tasnim, nueve miembros de la Guardia Revolucionaria, incluidos siete de Yazd y dos reclutas, murieron en los ataques, con varios heridos. Otros tres miembros de la Guardia murieron en un bombardeo en Zanjan.
Impacto de los ataques en la infraestructura militar iraní
- Daño a sitios nucleares: Los ataques de EE. UU. e Israel dañaron severamente Fordo, Natanz e Isfahan, aunque Irán afirmó que parte del uranio enriquecido fue evacuado antes.
- Misiles destruidos: Israel neutralizó misiles Khorramshahr en Yazd, lo que redujo la capacidad de Irán para lanzar ataques de largo alcance.
- Pérdidas militares: Al menos 12 miembros de la Guardia Revolucionaria murieron en Yazd y Zanjan el domingo, según medios iraníes.
- Alcance de las operaciones: Los ataques israelíes alcanzaron objetivos a más de 2.300 kilómetros, como el aeropuerto de Mashhad, lo que demostró una capacidad operativa de largo alcance.
Escalada de hostilidades y respuesta iraní
Irán respondió con una vigésima andanada de misiles balísticos contra Israel, al lanzar unos 24 proyectiles que hirieron a más de 80 personas. Desde el inicio de la guerra, Irán ha disparado más de 500 misiles y 1.000 drones, lo que causó la muerte de 24 personas en Israel y daños en edificios residenciales, una universidad y un hospital. El presidente iraní Masoud Pezeshkian condenó los ataques estadounidenses, al afirmar que Washington es responsable de respaldar a Israel y prometió una respuesta, según una conversación con el presidente francés Emmanuel Macron.
El gobernador de Teherán, Mohammad Sadegh Motamedian, reportó que más de 200 sitios en la capital, incluidas 120 unidades residenciales destruidas y 500 dañadas, han sido atacados desde el 13 de junio. A pesar de las pérdidas, Irán niega que su programa nuclear busque armas, aunque ha enriquecido uranio a niveles cercanos al grado militar y ha restringido inspecciones de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA). El OIEA declaró a Irán en incumplimiento de sus obligaciones nucleares el 12 de junio, un día antes de los primeros ataques israelíes.
Israel justificó sus ataques como una medida preventiva contra la amenaza existencial que representa el programa nuclear y de misiles balísticos de Irán. El portavoz de las FDI, general de brigada Effie Defrin, detalló que el sábado, horas antes de los ataques estadounidenses, Israel bombardeó una planta de producción de motores de misiles cerca de Shahrud, a 2.000 kilómetros de distancia, lo que destruyó maquinaria crítica para la fabricación de misiles tierra-tierra. Las FDI afirmaron que estos ataques buscan interrumpir la producción masiva de misiles iraníes planeada para los próximos años.
Los ataques israelíes también alcanzaron infraestructura de radar y satélites en Kermanshah y Hamedan, así como un sistema de defensa antiaérea en el centro de Teherán. Zamir subrayó que las FDI continuarán con operaciones para proteger a los civiles israelíes y degradar las capacidades militares de Irán, al advertir que cualquier desafío será respondido con un “alto precio”. La campaña, según Zamir, aún tiene objetivos pendientes, y las operaciones se mantendrán mientras sea necesario.
Contexto regional y antecedentes de la guerra
״השמדנו טילי ׳ח׳וראמשהאר׳ לפני ששוגרו למדינת ישראל, פועלים בנחישות להגן על העורף״ לראשונה ובמרחק 2,200 ק״מ: חיל האוויר תוקף מחסני טילי קרקע-קרקע במרחב יזד
— צבא ההגנה לישראל (@idfonline) June 22, 2025
לפני זמן קצר, מטוסי קרב של חיל האוויר טסו מעל אדמת איראן והחלו בתקיפת אתרי אחסון של טילי קרקע-קרקע ארוכי טווח, ׳ח׳וראמשהאר׳… pic.twitter.com/8HspYNJQcB
La guerra actual es una escalada de décadas de tensiones entre Israel e Irán, exacerbadas por el apoyo iraní a grupos como Hamás, Hezbolá y los Hutíes. La guerra comenzó tras los ataques de Hamás el 7 de octubre de 2023, que debilitaron a los aliados de Irán en la región, lo que aumentó su aislamiento. Israel, tras neutralizar en gran medida a Hamás y Hezbolá, centró su atención en el programa nuclear iraní, considerado una amenaza existencial. En abril y octubre de 2024, ambos países intercambiaron ataques directos, pero la ofensiva israelí de junio de 2025, bautizada como Operación León Rampante, marcó un punto de inflexión al atacar directamente a líderes militares, científicos nucleares y sitios estratégicos iraníes.
Estados Unidos, que inicialmente se limitó a interceptar misiles iraníes dirigidos a Israel, cambió su postura el 22 de junio con la Operación Martillo de Medianoche. La decisión de Trump de intervenir se tomó tras informes de inteligencia que sugerían avances iraníes en su programa nuclear, especialmente tras la retirada de EE. UU. del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA) en 2018, lo que permitió a Irán aumentar su enriquecimiento de uranio. El OIEA reportó en 2025 que Irán poseía uranio enriquecido al 60%, suficiente para múltiples bombas nucleares si se procesara ulteriormente.
Líderes del G7 y la ONU, incluido el secretario general António Guterres, han pedido contención para evitar una guerra regional más amplia. Sin embargo, las negociaciones nucleares entre EE. UU. e Irán, programadas para el 15 de junio en Omán, fueron canceladas tras los ataques israelíes, y Teherán ha rechazado propuestas de alto el fuego mientras continúen los bombardeos. La entrada de EE. UU. en la guerra, junto con la intensificación de los ataques israelíes, sugiere que la región enfrenta un período de alta inestabilidad.