El martes, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaron que llevaron a cabo una serie de bombardeos nocturnos en el sur del Líbano. Según el comunicado, los ataques se dirigieron contra instalaciones de Hezbolá, entre ellas un centro de instrucción de la Fuerza Radwan, unidad de élite del grupo.
En esa misma nota, el ejército precisó que el “complejo de entrenamiento y calificación” de la Fuerza Radwan servía para preparar y planificar ataques contra Israel. Asimismo, las FDI señalaron la destrucción de varios edificios utilizados por Hezbolá y de un emplazamiento de lanzamiento de cohetes en el sur del país.
El comunicado añadió: “Los objetivos que fueron alcanzados y el entrenamiento militar realizado en preparación para actividades contra el Estado de Israel constituyen una violación de los acuerdos entre Israel y Líbano y una amenaza para el Estado de Israel”.
A partir de esa premisa, Israel y Estados Unidos han insistido en que el gobierno libanés cumpla el compromiso de desarmar a Hezbolá establecido en el acuerdo de alto el fuego firmado hace un año, el cual puso fin a la guerra entre Israel y el grupo terrorista, iniciada con ataques diarios transfronterizos en apoyo a Hamás. En ese marco, Israel sostiene que el pacto de noviembre de 2024 autoriza responder ante violaciones que representen riesgo.
Pese a la tregua, Israel ha mantenido operaciones contra posiciones de Hezbolá y, en las últimas semanas, las FDI han intensificado los ataques; entre ellos figura el asesinato del jefe del Estado Mayor de Hezbolá en un inusual operativo en Beirut el mes anterior.
Israel’s military has carried out a wave of air strikes in southern Lebanon, damaging several homes, according to Lebanese state media. Israel says it targeted around 13 Hezbollah-linked sites. pic.twitter.com/gd8xR6TjuE
— Al Jazeera English (@AJEnglish) December 9, 2025
En paralelo, la Agencia Nacional de Noticias del Líbano reportó “una serie de incursiones (israelíes) dirigidas a la región de Iqlim al-Tuffah”, en las cercanías de Azza, Rumin y Jbaa, a unos 40 kilómetros al norte de la frontera. La agencia añadió que “varias casas resultaron dañadas” en Jbaa.
Ante la presión de Washington y el temor a una ampliación de los ataques israelíes, el gobierno libanés prometió avanzar en el desarme de Hezbolá. Como primer paso, el ejército se dispone a eliminar la infraestructura militar del grupo en las zonas fronterizas antes de fin de año y, después, a extender la medida al resto del país. Sin embargo, Israel afirma que el proceso avanza con lentitud, mientras Hezbolá intenta rearmarse tras las pérdidas sufridas durante la guerra. En ese contexto, Israel efectuó otra serie de bombardeos contra posiciones de Hezbolá la semana pasada.
Además, durante una reunión con el enviado francés Jean-Yves Le Drian, el lunes, el presidente libanés Joseph Aoun rechazó “las acusaciones que afirman que el ejército libanés no está cumpliendo plenamente su papel al sur del río Litani”, situado a unos 30 kilómetros de la frontera. A continuación, Aoun afirmó que Líbano “apoya cualquier auditoría realizada por el comité de monitoreo del alto el fuego respecto a los procedimientos implementados al sur del Litani”.
En seguimiento de esa posición, el comité —integrado por Líbano, Israel, Francia, Estados Unidos y la fuerza de paz de la ONU— planea reunirse nuevamente con delegados civiles de ambos países el 19 de diciembre. Por último, el ministro de Asuntos Exteriores libanés, Youssef Rajji, declaró al medio saudí Al Arabiya que Hezbolá no aceptará desarmarse sin el consentimiento de Irán.
