En una operación en el norte de la Franja de Gaza, soldados israelíes equipados de manera inusual con radios de transistores antiguos descendieron por un túnel de Hamás. Contrario a lo esperado, no llevaban explosivos, sondas robóticas ni armamento para combate cercano, sino estos dispositivos de comunicación.
El objetivo de la misión era determinar hasta qué profundidad las transmisiones en AM de Israel podían ser recibidas. Al alcanzar entre 10 y 12 metros de profundidad, las radios dejaron de captar señales, indicando el nivel superior de la red subterránea de Hamás.
Este experimento, realizado el 4 de enero, fue una iniciativa del comandante de las tropas, siguiendo una sugerencia del ministro de Comunicaciones, Shlomo Karhi. Karhi había recientemente extendido la cobertura de Radio del Ejército, la emisora más popular del país, añadiendo frecuencias de AM a las habituales de FM.
La inclusión de AM buscaba asegurar que las actualizaciones de emergencia llegaran a los civiles en refugios antiaéreos y a las tropas en Gaza, quienes, por medidas de seguridad frente a la localización por Hamás, debían entregar sus teléfonos móviles, quedando las radios de transistores como su principal medio de comunicación.
Además, este experimento en el túnel abría la posibilidad de transmitir mensajes específicos de Radio del Ejército a las 132 personas retenidas por Hamás, con la esperanza de mejorar su estado anímico.
Karhi, en declaraciones a Reuters, reveló que la idea surgió considerando que algunos rehenes podrían tener acceso a radios de transistores. “Si pudieran escuchar las voces de sus familias, esto sería de gran valor moral, tanto para ellos como para sus seres queridos”, afirmó.