Dos agentes de Hezbolá murieron en ataques israelíes separados en el sur del Líbano una hora antes, dicen las FDI.
El primer ataque en la ciudad de Deir Aames mató a Ali Issa, quien según el ejército se desempeñó como representante local de Hezbolá en la cercana ciudad de Kfara. Como parte de su función, dice la FDI, era responsable de servir de enlace entre el grupo terrorista y los residentes “en asuntos económicos y militares”.
“El terrorista actuó para apoderarse de propiedad privada para las necesidades militares de la organización, como alquilar casas para almacenar armas y realizar vigilancia”, dice el ejército.
El segundo ataque alcanzó a un operativo de Hezbolá que operaba una excavadora entre las ciudades sureñas de Yater y Zinqin.
“El terrorista fue atacado mientras intentaba restaurar la infraestructura terrorista de Hezbolá”, dice la FDI.
Las FDI dicen que las actividades de ambos activistas “constituyen una violación de los entendimientos entre Israel y el Líbano”.