Un grupo de aproximadamente 24 activistas de la Campaña de Solidaridad con Palestina protestó en la entrada principal del All England Club durante la llegada de miles de espectadores al primer día del torneo. Los manifestantes criticaron los lazos comerciales del banco británico con Israel.
Khalid Zalmay, uno de los activistas, declaró a The Associated Press: “Son el banco de las compañías de armas que obviamente están suministrando armas a Israel”. Además, expresó que no se debería permitir el armamento de Israel ni facilitar tales acciones, y abogó por cortar los vínculos con ese país, similar a lo ocurrido con Rusia.
Un participante mostró un cartel que acusaba a Barclays de ser “patrocinador de Wimbledon y del genocidio”.
El All England Club no emitió una respuesta inmediata ante la solicitud de comentarios.
Barclays, por su parte, defendió su relación con el torneo y sus operaciones comerciales. La entidad afirmó: “Proporcionamos una gama de servicios y productos financieros a las empresas que suministran productos de defensa al Reino Unido, la OTAN y sus aliados”. El banco destacó que, frente al aumento de amenazas geopolíticas, el apoyo financiero al sector de defensa resulta crucial para la OTAN, la Unión Europea y el Reino Unido.