Familiares de las mujeres soldados y oficiales asesinadas el 7 de octubre de 2023 en la base de Nahal Oz exigieron al jefe del Estado Mayor de las FDI, Eyal Zamir, un reconocimiento oficial a la valentía demostrada por sus hijas ese día.
En una carta difundida por el sitio Walla, los padres afirmaron que las Fuerzas de Defensa de Israel deben reconocer el coraje y el desempeño excepcional de las mujeres de vigilancia y de los oficiales de la base, en términos que reflejen con claridad su heroísmo.
Entre los firmantes se encuentran también los padres del cabo Noa Marciano, secuestrado ese mismo día y posteriormente asesinado en Gaza.
El texto denuncia un fracaso absoluto por parte del ejército. La carta afirma que las jóvenes alertaron sobre entrenamientos, preparativos y los vehículos sospechosos conocidos como “Toyotas blancos”, sin recibir respuesta alguna. También se menciona que, incluso tras advertir que estaban siendo observadas, ninguna autoridad actuó. Les arrebataron la vida.
La misiva detalla que, durante la investigación, los padres tomaron conocimiento de numerosos actos de heroísmo realizados por los soldados presentes en la base.
Según los resultados de la indagación citados en la carta, muchos lograron salvar vidas. Se destaca la valentía, la firmeza, la entrega al deber y el coraje excepcionales que varios de los presentes demostraron frente a los terroristas.
Un episodio específico revela que dos soldados de vigilancia enfrentaron a los atacantes con las manos desnudas. Sin calzado y en pijama, lograron repeler granadas lanzadas al refugio, protegiendo así a sus compañeros.
La solicitud de los padres concluye con un llamado urgente para que, antes del próximo Día de los Caídos, las FDI reconozcan formalmente la valentía de las mujeres asesinadas en la base.
El ataque del 7 de octubre dejó a Nahal Oz como la instalación militar más devastada por Hamás. Cerca de 5.600 terroristas atravesaron la frontera, asesinaron a unas 1.200 personas y secuestraron a 251 civiles y soldados, llevándolos a Gaza.
En total, 53 miembros de las FDI murieron en la base: 31 soldados de combate y 22 civiles, entre ellos 16 mujeres de vigilancia. Además, 10 personas fueron secuestradas: siete mujeres de vigilancia y tres soldados de tanques.