Un integrante de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y sobreviviente del ataque de Hamás en el festival de música Nova el 7 de octubre pasado, acortó su estadía en Brasil luego de que un tribunal ordenara investigarlo por crímenes de guerra, según informaron medios locales.
Antes de partir, la familia del militar declaró al medio israelí Kan que no había sido detenido y contaba con apoyo para salir del país. El padre del soldado relató al canal 12 que un amigo de su hijo recibió una advertencia de una oficina diplomática israelí sobre una orden de arresto en su contra. “Les pedí que salieran de inmediato”, afirmó, señalando que recibió un mensaje de su hijo al amanecer informando que habían cruzado la frontera, aunque no tenían señal telefónica desde entonces.
El padre expresó su preocupación y añadió: “Confío en que regresarán sanos y salvos, pero es vital que se conozca la verdad. No es un sospechoso, es un soldado que ha vivido un infierno”. El militar es sobreviviente del ataque de Hamás que dejó más de 1.200 muertos, principalmente civiles, y cientos de rehenes. Durante el asalto, más de 300 personas murieron en el festival Nova, y el soldado logró escapar tras correr kilómetros, esquivando disparos.
La justicia brasileña lo investiga por presunta participación en la destrucción de un edificio en Gaza mediante explosivos en noviembre. Según el medio Metrópoles, la denuncia sostiene que el edificio servía como refugio para desplazados palestinos. Ni la Embajada de Israel ni el Ministerio de Relaciones Exteriores han comentado sobre el caso.
El líder opositor Yair Lapid responsabilizó al gobierno israelí por el incidente. En un comunicado, criticó que el soldado debiera “huir de Brasil para evitar un arresto por su servicio en Gaza”, calificando el hecho como un fracaso político. Según Lapid, una investigación estatal sobre los ataques de octubre habría evitado estas acusaciones.
La denuncia fue presentada por la Fundación Hind Rajab, que busca justicia por la muerte de la niña de seis años que da nombre a la organización. La fundación asegura que presentó más de 500 páginas de pruebas sobre la complicidad del soldado en crímenes de guerra. En redes sociales, acusaron al gobierno israelí de facilitar su escape y destruir evidencias.
La fundación, dedicada a identificar soldados de las FDI a través de publicaciones en redes sociales, los rastrea durante viajes al extranjero para alertar a las autoridades locales. Sin embargo, hasta ahora ninguna denuncia ha derivado en arrestos, aunque las acciones del grupo generan inquietud en el Ministerio de Relaciones Exteriores israelí.