Un grupo hutí, con apoyo de Irán en Yemen, lanzó un misil balístico hacia Israel durante la mañana del jueves. El proyectil no alcanzó su objetivo y cayó en un terreno abierto fuera del territorio israelí. Este incidente aumentó las tensiones en la región, donde los conflictos armados persisten sin pausa.
El ministro de Defensa, israelí, Israel Katz, reaccionó al ataque mediante una publicación en X. En ella, escribió que los hutíes disparaban misiles contra Israel una vez más y mencionó plagas como la de tinieblas y la de primogénitos. Además, agregó que completarían las diez plagas, lo cual evocó una respuesta firme ante la agresión.
Esta referencia aludía directamente a la narrativa bíblica del Éxodo de Egipto. En esa historia, Dios infligió diez plagas a los egipcios para forzar al faraón a liberar a los hebreos esclavizados. La analogía subrayaba la percepción israelí de los hutíes como una amenaza persistente y destructiva.
Horas después, la agencia de Operaciones de Comercio Marítimo del Reino Unido informó sobre un suceso en el mar Rojo. El incidente ocurrió a 178 millas náuticas al noroeste del puerto yemení de Hodeidah. Un proyectil no identificado impactó el agua a distancia de un buque, sin causar daños inmediatos.
El barco involucrado permaneció intacto, al igual que su tripulación. Las autoridades confirmaron que la embarcación continuó su ruta hacia el siguiente puerto programado. Este evento resaltó los riesgos constantes para el tráfico marítimo en áreas bajo influencia hutí.
Los hutíes intensificaron sus operaciones contra naves asociadas a Israel en días recientes. Aunque realizaron varios lanzamientos de misiles, ninguno logró impactar los objetivos. Tales acciones formaron parte de una estrategia más amplia para presionar a Israel mediante interrupciones en rutas comerciales vitales.
El misil del jueves fue el tercer asalto hutí contra Israel en solo 24 horas. El día anterior, las fuerzas israelíes interceptaron dos proyectiles: uno por la mañana y otro durante la noche. Estas defensas exitosas previnieron daños mayores en territorio israelí.
Uno de los misiles interceptados el miércoles contenía una ojiva con munición de racimo, según declararon las Fuerzas de Defensa de Israel. Este detalle reveló la sofisticación y el potencial destructivo de las armas empleadas por los hutíes. Afortunadamente, los incidentes no causaron heridos.
Estos ataques surgieron en medio de una serie continua de lanzamientos hutíes con misiles y drones durante la semana previa. La escalada siguió a los bombardeos aéreos israelíes que eliminaron al primer ministro hutí, Ahmed Ghaleb Nasser al-Rahawi, junto con varios miembros de su gabinete.
El martes, las Fuerzas de Defensa de Israel reportaron que dos misiles hutíes dirigidos contra su territorio se desintegraron sobre Arabia Saudita. Este hecho ilustró cómo los conflictos yemeníes afectaban a naciones vecinas. Los informes saudíes indicaron que los líderes hutíes restantes abandonaron la capital rebelde de Saná por temor a represalias adicionales.
El lema hutí clama por la muerte a Estados Unidos e Israel, además de una maldición sobre los judíos. Sus agresiones contra Israel y el tráfico marítimo iniciaron en noviembre de 2023, un mes después de la masacre y captura de rehenes por Hamás el 7 de octubre en el sur de Israel.
Los hutíes pausaron temporalmente sus operaciones cuando Israel y Hamás acordaron un cese al fuego en enero de 2025. Hasta ese momento, habían lanzado más de 40 misiles balísticos, junto con docenas de drones y misiles de crucero contra Israel. Uno de ellos causó la muerte de un civil y heridas a varios en Tel Aviv en julio de 2024, lo que desencadenó la primera respuesta israelí en Yemen.
Desde el 18 de marzo, cuando las Fuerzas de Defensa de Israel reiniciaron su ofensiva contra Hamás en Gaza, los hutíes dispararon más de 71 misiles balísticos y al menos 23 drones contra Israel. Varios proyectiles fallaron en alcanzar sus metas, lo que demostró inconsistencias en su precisión.
Ni las Naciones Unidas ni la Unión Europea reconocen a los hutíes como gobierno legítimo de Yemen. La ONU los clasifica como organización terrorista. En cambio, la República de Yemen, respaldada por Occidente y en lucha contra los rebeldes, actúa como representante oficial del país en foros internacionales.