Dos palestinos murieron el lunes por la mañana en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, tras recibir disparos de tropas israelíes. Mientras tanto, Israel considera nuevas medidas para forzar concesiones de Hamás en las negociaciones sobre el alto el fuego.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) declararon que abrieron fuego contra dos individuos que se acercaron a sus posiciones y representaban una «amenaza inminente». Medios palestinos confirmaron la muerte de ambos.
El despliegue israelí en la zona de amortiguación entre Gaza y Egipto se mantiene, pese a la expiración de la primera fase del alto el fuego el sábado. Las FDI han reiterado advertencias a los palestinos para que no se acerquen a la zona.
Habitantes de Gaza reportaron una intensificación de los bombardeos y disparos de tanques israelíes en las fronteras oriental y meridional durante la noche. Este aumento de la violencia ha provocado temor ante una posible reanudación de los combates.
Un dirigente de un grupo vinculado a Hamás informó a Reuters que los combatientes han sido puestos en estado de alerta.
Las FDI también anunciaron que atacaron un barco sospechoso frente a la costa de Jan Yunis tras haber realizado disparos de advertencia. Según los militares, la embarcación representaba una amenaza. No se ha determinado si se hundió o continúa a flote.
Israel mantiene restricciones en el acceso al mar para pescadores, bañistas y buceadores de la Franja de Gaza.
Israel endurece presión sobre Hamás
Las negociaciones para extender el alto el fuego permanecen bloqueadas. Israel planea presionar a Hamás para que acepte una nueva propuesta que garantice la liberación de todos los rehenes. La medida incluye la suspensión de la ayuda humanitaria a Gaza.
La iniciativa israelí busca anular la segunda fase del acuerdo previo con Hamás. La nueva propuesta contempla liberar a 59 rehenes en dos grupos, coincidiendo con las festividades del Ramadán y la Pascua.
Hamás acusa a Israel de incumplir el acuerdo original y exige la aplicación de la segunda fase.
Fuentes israelíes indicaron que, si la presión actual no surte efecto, se podría ordenar el desplazamiento de los habitantes del norte de Gaza hacia el sur y, en caso necesario, el corte total del suministro eléctrico.
Israel también contempla un retorno a la guerra con armamento y equipos militares valorados en miles de millones de dólares. La nueva administración de Estados Unidos está enviando este material, incluidas bombas pesadas previamente retenidas.
Israel ha evitado amenazar abiertamente con una reanudación de la guerra, pero ha recordado que el acuerdo inicial permite retomar los combates si las negociaciones no avanzan después del 1 de marzo.
Reacciones internacionales
La decisión de Israel de bloquear la ayuda humanitaria ha desatado críticas. Arabia Saudita calificó la medida como «chantaje» y una «violación flagrante del derecho internacional». Egipto y Qatar también condenaron la acción.
Alemania exigió a Israel que restablezca de inmediato el acceso humanitario a Gaza. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Sebastian Fischer, declaró que «impedir el acceso humanitario no es un medio legítimo de presión en negociaciones». Berlín también instó a Hamás a liberar a los rehenes.
La Unión Europea denunció la negativa de Hamás a extender la primera fase del acuerdo y advirtió que el bloqueo de la ayuda por parte de Israel agravará la crisis humanitaria.
El Comité Internacional de la Cruz Roja alertó que romper el alto el fuego pondría a la población en «desesperación». El jefe humanitario de la ONU, Tom Fletcher, describió la decisión israelí como «alarmante».
El secretario general de la ONU, António Guterres, instó a todas las partes a evitar el regreso de las hostilidades y a permitir el ingreso inmediato de ayuda humanitaria.
Cinco organizaciones no gubernamentales han solicitado a la Corte Suprema de Israel que impida el bloqueo de la ayuda, argumentando que la medida viola el derecho internacional.
Crisis alimentaria en Gaza
La interrupción de la ayuda humanitaria ha provocado un aumento en los precios de los alimentos. Habitantes de Gaza informaron que el costo de un saco de harina se disparó de 40 a 100 shekels (28 dólares). También han subido los precios del aceite de cocina, el combustible y las verduras.
El Ministerio del Interior de Gaza, controlado por Hamás, solicitó a los residentes denunciar a comerciantes que incrementen los precios. El Ministerio de Economía lanzó una iniciativa para regular los costos.
Fayza Nassar, residente del campamento de refugiados de Jabaliya, alertó sobre una inminente «hambruna y caos».
Salama Marouf, portavoz del gobierno de Gaza, pidió a la población mantener la calma y aseguró que hay reservas de alimentos para dos semanas. Según él, existen esfuerzos para obligar a Israel a cumplir con el acuerdo de alto el fuego y reabrir los cruces fronterizos.
Futuro del acuerdo de alto el fuego
El pacto de cese de hostilidades, acordado el 19 de enero, establece la liberación de rehenes a cambio del retiro total de las FDI de Gaza. La tercera etapa prevé la devolución de los cuerpos de rehenes muertos y la reconstrucción de la Franja.
Se espera que Steve Witkoff, enviado de Donald Trump para Oriente Medio, visite Israel en los próximos días. Medios hebreos indican que Jerusalén podría postergar la reanudación de los combates hasta su llegada.