Las tropas israelíes ocuparon una antigua base militar siria en Maariyah, una aldea en la provincia de Daraa, al sur de Siria, bloqueando el acceso de agricultores locales a sus tierras, según denunciaron los residentes el jueves.
Periodistas de Associated Press presentes en el lugar observaron a las tropas desde la distancia y vieron a un habitante de la zona acercarse con una bandera blanca para dialogar con ellos.
La aldea, ubicada cerca de los Altos del Golán, pero fuera de la zona de amortiguación establecida por el acuerdo de alto el fuego de 1974 entre Siria e Israel, enfrenta restricciones tras el avance israelí. Abdel Raouf Issa, residente de Maariyah, aseguró que el ejército israelí avanzó un kilómetro dentro del pueblo y exigió la entrega de armas. “Les dijimos que no tenemos armas en absoluto”, afirmó. Además, denunció que las fuerzas israelíes han impedido la agricultura y el libre movimiento de los habitantes. “Hacemos un llamado a las Naciones Unidas para que erradiquen la ocupación lo antes posible”, añadió.
Otro líder local, Kamal Saleh Damara, expresó su descontento con la situación. “Nos alegramos de que HTS llegara, pero luego vino Israel y ahora impide que las personas entren, salgan y se desplacen”, comentó, refiriéndose al grupo insurgente Hayat Tahrir al-Sham que anteriormente derrocó a Bashar al-Assad.
El ejército israelí justificó sus operaciones en un comunicado, afirmando que actúan dentro de la zona de amortiguación y áreas cercanas para proteger la frontera norte de Israel, aunque evitó especificar las ubicaciones exactas.
Tras la caída de Assad el 8 de diciembre, Israel ingresó en la zona de contención, una franja desmilitarizada de 400 kilómetros cuadrados entre ambos países. Según las FDI, esta medida busca proteger a las comunidades israelíes fronterizas en medio de la inestabilidad. También reconocieron operaciones más allá de esa zona.
Aunque algunos aliados de Israel comprenden la necesidad de proteger su frontera, han pedido evitar una ocupación prolongada. Francia, la ONU y otros actores internacionales exigen la retirada israelí. No obstante, el primer ministro Benjamin Netanyahu indicó esta semana que las tropas permanecerán allí hasta que se alcance un acuerdo que garantice la seguridad israelí, señalando 2025 como una posible fecha.
Por otra parte, un grupo de residentes y dignatarios de la provincia de Quneitra denunció el miércoles que las fuerzas israelíes han desplazado a habitantes de algunas aldeas de manera forzada. Según su comunicado, los residentes no opusieron resistencia y mostraron moderación, aunque algunos lograron regresar más tarde.
Finalmente, la declaración hizo un llamado a Israel para que retire sus tropas de infraestructuras vitales como edificios gubernamentales, carreteras principales, pozos y tanques de agua esenciales para la población local.