El oficial de inteligencia de la División de Gaza que, antes de la masacre del 7 de octubre, había descartado la posibilidad de una incursión a gran escala de Hamás en las comunidades fronterizas israelíes como “un escenario totalmente imaginario”, regresó al servicio activo en la Dirección de Inteligencia Militar de las FDI, informó el periodista Doron Kadosh.
Según el informe, el oficial ahora dirige un sector en la sede del Jefe de Inteligencia. Aunque su nuevo puesto se considera no operativo y periférico respecto a la actividad principal de inteligencia, asiste a bases de inteligencia varias veces por semana y continúa recibiendo un salario.
Las investigaciones de las FDI —incluidas la interna y la externa, dirigida por el mayor general retirado Sami Turgeman— concluyeron que el oficial desoyó múltiples advertencias del responsable de contrainteligencia, quien le reiteró que Hamás preparaba un ataque en la frontera. En sus respuestas escritas de la época, el oficial calificó ese evento como “un escenario totalmente imaginario” y consideró los ejercicios de Hamás “una simple demostración de intenciones y una puesta en escena”.
El general de división Turgeman criticó con dureza la conducta del oficial, al señalar que decidió aplazar el análisis de las advertencias “hasta después de las vacaciones”, pese a la información de inteligencia que tenía a su alcance.
En enero se reveló que el oficial había sido reasignado a la Unidad 9900, pero, tras la indignación pública y la intervención del ministro de Defensa, y del Jefe del Estado Mayor de las FDI, el nombramiento se revocó. Sin embargo, el nuevo informe indica que desde entonces fue reincorporado a su puesto, aunque en otra función.
Fuentes cercanas al caso afirmaron que el oficial “se niega a regresar a casa. Muchas personas intentaron convencerlo de que se retirara, pero él no accede; desea continuar en el ejército”.
Un portavoz de las FDI confirmó los detalles del informe.
