Un video difundido por Hamás el jueves muestra el asesinato del Sargento Mayor Abraham Azulay en Jan Yunis, en el sur de Gaza, en circunstancias que difieren de la versión oficial del ejército israelí. Las Fuerzas de Defensa de Israel informaron que terroristas salieron de un túnel y atacaron a las tropas, intentando secuestrar a Azulay, quien operaba una excavadora. Según el comunicado, el soldado fue asesinado tras enfrentarse a los atacantes.
El ejército añadió que otras fuerzas israelíes que protegían la zona abrieron fuego contra los agresores y evitaron que se llevaran el cuerpo. Sin embargo, el video de Hamás no muestra un forcejeo entre Azulay y los atacantes, y documenta que los terroristas observaron a las tropas durante varios minutos desde un edificio dañado antes de lanzar el ataque.
Las imágenes muestran a un escuadrón oculto observando los trabajos de demolición, para luego acercarse y lanzar un RPG contra la excavadora. Azulay salta del vehículo sin blindaje y cae al suelo, donde es alcanzado por disparos. Posteriormente, dos terroristas se acercan, recogen sus armas y le disparan nuevamente. Se escuchan ráfagas en el fondo, posiblemente provenientes de tropas israelíes que respondían al ataque.
Hamás declaró que intentaron capturar a Azulay, pero las condiciones lo impidieron, por lo que lo mataron y confiscaron su armamento. El video, editado por Hamás, no permite confirmar si los terroristas fueron alcanzados por fuego israelí. Las FDI anunciaron una investigación adicional del incidente, incluido el despliegue de protección en el lugar de demolición.
El ejército también informó el viernes sobre la muerte de un oficial en el sur de Gaza por una explosión accidental el día anterior. Además, dos soldados resultaron heridos en el norte de la Franja por fuego antitanque. En paralelo, las FDI y el Shin Bet confirmaron la muerte de Fadl Abu al-Ata, comandante del sector Shejaiya de la Yihad Islámica Palestina, en un ataque reciente en Gaza.
Según las autoridades israelíes, Abu al-Ata dirigió múltiples ataques contra las FDI y fue uno de los coordinadores entre organizaciones terroristas en Shejaiya. También murió Hamed Kamel Abd al-Aziz Iyad, del Batallón Turukman de la Yihad Islámica, acusado de planificar y ejecutar atentados contra tropas israelíes. Ambos fueron abatidos en operaciones separadas.
La Oficina de Derechos Humanos de la ONU declaró el viernes que al menos 798 personas han muerto desde el 27 de mayo mientras intentaban recibir ayuda alimentaria en Gaza. De ellas, 615 murieron cerca de puntos gestionados por la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), entidad respaldada por Estados Unidos e Israel. Otras 183 murieron en rutas de convoyes humanitarios, según el vocero del ACNUDH.
La GHF ha sido cuestionada por organizaciones internacionales, que denuncian su incapacidad para cubrir las necesidades básicas de la población. Residentes locales afirman que las fuerzas israelíes han disparado repetidamente contra civiles que intentan acercarse a los puntos de distribución, lo que ha provocado numerosas muertes. Israel ha responsabilizado a Hamás por atacar a los civiles y manipular el recuento de víctimas.
No obstante, Israel también ha reconocido que tropas propias mataron a civiles palestinos en cercanías de los centros de ayuda, y ha declarado que se emitieron nuevas directrices como resultado de lo aprendido. La guerra comenzó el 7 de octubre de 2023, cuando Hamás invadió Israel, asesinó a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y secuestró a 251. Según las FDI, aún hay 50 rehenes en Gaza, incluidos los cuerpos de 28 personas fallecidas.
El Ministerio de Salud de Gaza, bajo control de Hamás, afirma que más de 53.000 personas han muerto o se presume que han muerto desde el inicio de los combates, aunque la cifra no puede ser verificada y no diferencia entre civiles y combatientes. Israel sostiene que ha eliminado a unos 20.000 combatientes hasta enero y a otros 1.600 terroristas durante el ataque inicial del 7 de octubre.
Las FDI han reiterado que buscan reducir las bajas civiles, y que Hamás utiliza a la población como escudo humano al operar desde zonas habitadas como viviendas, escuelas, hospitales y mezquitas.