Las manifestaciones del viernes marcan el comienzo del regreso de los palestinos a toda «Palestina», dijo el líder de Hamás Ismail Haniyeh en un discurso en el lugar de las manifestaciones masivas en la frontera con Israel y la Franja de Gaza.
«Estamos aquí para declarar hoy que nuestra gente no aceptará mantener el derecho de retorno solo como un eslogan», dijo. Haniyeh dijo que la Marcha del Retorno también tenía como objetivo enviar un mensaje al presidente de Estados Unidos, Donald Trump de que los palestinos no renunciarán a su derecho a Jerusalén y a «Palestina». No hay solución sin el derecho al retorno, agregó.
Los palestinos «nunca reconocerán a la entidad sionista y nunca se darán por vencidos en la tierra palestina y en Jerusalén; [la ciudad] es nuestra y no hay solución [para el conflicto palestino-israelí] sin el derecho de retorno», dijo Haniyeh, según una traducción hebrea del sitio de noticias Walla.
Haniyeh habló durante una manifestación masiva a lo largo de la valla de seguridad de Gaza con Israel, antes de una oleada de violencia planeada de seis semanas incitada por Hamás. Conocida como la «Marcha del Retorno».
En conversaciones de paz anteriores, los palestinos siempre han exigido, junto con la soberanía en Judea, Samaria, Gaza, el Este de Jerusalén y la Ciudad Vieja, un «derecho de retorno» a Israel para los llamados refugiados palestinos que se desplazaron por las guerras de exterminio los Estados árabes contra el recién establecido Estado Judío. Los árabes palestinos demandan este derecho no solo para los miles de refugiados que todavía están vivos -una cifra estimada en decenas de miles- sino también para sus descendientes, que ascienden a millones.
Ningún gobierno israelí podría aceptar esta demanda, ya que significaría el fin de Israel como un estado de mayoría judía. La posición de Israel es que los refugiados palestinos y sus descendientes se conviertan en ciudadanos de un estado palestino en la culminación del proceso de paz, así como los judíos que huyeron o fueron expulsados de países del Medio Oriente por gobiernos hostiles se convirtieron en ciudadanos de Israel.