“El robo, la violencia y la opresión se han convertido en la norma” en Israel, dijo la profesora israelí Dra. Yaela Raanan el jueves durante un discurso en Ramallah.
Raanan, que enseña en el Sapir College de Sderot, fue una de los oradoras que pronunció un discurso en la sede presidencial de la Autoridad Palestina en Ramallah, en un acto conmemorativo del “Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino” de las Naciones Unidas.
Al acto asistieron cientos de personas, entre ellas el secretario general del Comité Central de Fatah, Jibril Rajoub, y el ex jefe del Partido Meretz, Mossi Raz.
Hablando con el telón de fondo de una foto del ex jefe de la OLP, el architerrorista Yasser Arafat, Raanan también acusó a Israel de aplicar una “política cruel” en el Néguev, y una “política violenta” hacia los residentes de la Franja de Gaza.
Raana dijo además a la multitud que “el trato de Israel a sus ciudadanos árabes está directamente relacionado con la ocupación”, y que “no es casualidad que las personas que pidieron ser responsables de las demoliciones de viviendas en el Néguev vivan en asentamientos”.
“No nos detendremos hasta que alcancemos nuestra meta, hasta que la ocupación haya terminado y hasta que Israel deje de controlar al pueblo palestino”, concluyó Raanan.
Según la organización pro-israelí Im Tirtzu, que fue la primera en informar sobre el discurso, Raanan tiene una larga historia de “actividades difamatorias contra Israel”, incluyendo la promoción de boicots contra Israel.
El CEO de Im Tirtzu, Matan Peleg, enfatizó cómo los profesores israelíes anti-israelíes juegan un papel importante en la promoción de la deslegitimación del Estado Judío.
“Aunque se invierten enormes cantidades de recursos en Israel y en todo el mundo para combatir la deslegitimación antiisraelí, hay profesores israelíes que socavan estos esfuerzos atacando a Israel desde dentro”, dijo Peleg.
“Esta es una prueba más de cómo los israelíes radicales desempeñan un papel de liderazgo en la promoción de la deslegitimación contra Israel”, continuó Peleg, “y las universidades deben trabajar inmediatamente para erradicar este grave fenómeno”.