Turquía respondió el jueves al primer ministro Benjamín Netanyahu por condenar la invasión de Ankara al Kurdistán sirio, tratando de ridiculizar al primer ministro israelí como un “futuro preso”.
Netanyahu dijo el jueves que “condena firmemente la invasión turca de las zonas kurdas en Siria y advierte contra la limpieza étnica de los kurdos por parte de Turquía y sus representantes”.
Dijo que Israel estaba dispuesto a enviar ayuda humanitaria al “galante pueblo kurdo”.
En respuesta, Fahrettin Altun, director de comunicaciones del presidente turco Recep Tayyip Erdogan, rechazó los comentarios de Netanyahu.
“Palabras vacías de un político deshonrado que se enfrenta a muchos años de prisión por soborno, fraude y cargos de abuso de confianza”, escribió Altun en Twitter.
“Los kurdos sirios, incluidos los 300.000 exiliados en Turquía, están bajo protección turca. Eliminaremos a todos los terroristas de la zona y ayudaremos a los sirios a regresar a sus hogares”, dijo Altun.
El miércoles, Turquía lanzó un amplio ataque contra zonas controladas por los kurdos en el noreste de Siria, con bombardeos intensivos que allanaron el camino para una ofensiva terrestre que fue posible gracias a la retirada de las tropas estadounidenses.
Los aviones turcos del jueves golpearon la región con ataques aéreos y un bombardeo de artillería que elevó columnas de humo negro en una ciudad fronteriza y envió a civiles aterrorizados a salir corriendo.
La ofensiva ha suscitado una amplia condena internacional, incluso por parte de Israel, algunos de los cuales han pedido un Estado kurdo independiente.
Netanyahu y Erdogan frecuentemente se pelean verbalmente, aunque los fríos lazos entre Ankara y Jerusalén siguen en pie.
El líder israelí ha acusado en el pasado a Erdogan de haber matado a kurdos. El líder turco ha acusado a Netanyahu de masacrar palestinos.
La ofensiva desplazó a más de 60.000 personas en menos de un día, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Erdogan dijo que hasta ahora, 109 “terroristas” fueron asesinados en la ofensiva, una referencia a los combatientes sirios kurdos.
El jueves pasado, Erdogan advirtió a la Unión Europea que no debe calificar de “invasión” la incursión de Ankara en Siria. Amenazó, como en el pasado, con “abrir las puertas” y dejar que los refugiados sirios inundaran Europa.
Ankara considera a los miembros de la milicia kurda como “terroristas” por sus vínculos con el proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que ha dirigido una insurgencia contra Turquía durante 35 años. El conflicto ha matado a decenas de miles de personas. Los Estados Unidos y otros países occidentales también consideran al PKK como un grupo terrorista.