TAIPEI (Reuters) – Veintiocho aviones de la fuerza aérea china, incluidos cazas y bombarderos con capacidad nuclear, entraron el martes en la zona de identificación de defensa aérea (ADIZ) de Taiwán, según el gobierno de la isla, la mayor incursión registrada hasta la fecha.
Aunque no hubo comentarios inmediatos por parte de Pekín, la noticia se produce después de que los líderes del Grupo de los Siete (G7) emitieran el domingo una declaración conjunta en la que reprendían a China por una serie de cuestiones y subrayaban la importancia de la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán, comentarios que China condenó como “calumnias”.
Taiwán, reclamada por China, se ha quejado en los últimos meses de las repetidas misiones de la fuerza aérea china cerca de la isla autogobernada, concentradas en la parte suroeste de su zona de defensa aérea, cerca de las islas Pratas, controladas por Taiwán.
En la última misión china participaron 14 cazas J-16 y seis J-11, así como cuatro bombarderos H-6, que pueden llevar armas nucleares, y aviones antisubmarinos, de guerra electrónica y de alerta temprana, según informó el Ministerio de Defensa de Taiwán.
Se trata de la mayor incursión diaria desde que el ministerio comenzó a informar regularmente de las actividades de las Fuerzas Aéreas chinas en la ADIZ de Taiwán el año pasado, superando el anterior récord de 25 aviones notificado el 12 de abril.
El ministerio añadió que se enviaron aviones de combate taiwaneses para interceptar y alejar a los aviones chinos, mientras que también se desplegaron sistemas de misiles para vigilarlos.
Los aviones chinos no solo volaron en una zona cercana a las islas Pratas, sino que los bombarderos y algunos de los cazas volaron alrededor de la parte sur de Taiwán, cerca de la punta inferior de la isla, según un mapa facilitado por el ministerio.
El Ministerio de Defensa chino no respondió a una solicitud de comentarios.
En el pasado, China ha descrito estas misiones como necesarias para proteger la soberanía del país y hacer frente a la “colusión” entre Taipei y Washington.
Estados Unidos, que al igual que la mayoría de los países no tiene vínculos diplomáticos formales con Taiwán, ha observado con alarma el aumento de las tensiones con Pekín.
China califica a Taiwán como su cuestión territorial más sensible y una línea roja que Estados Unidos no debe cruzar. Nunca ha renunciado al posible uso de la fuerza para garantizar una eventual unificación.