Más de 300.000 personas en todo el mundo han muerto a causa del coronavirus, según las cifras actualizadas publicadas por la Universidad Johns Hopkins y citadas por la CNN el jueves.
También se han registrado más de 4,4 millones de casos, según el recuento de la universidad. Dada la variedad de formas en que los diferentes países informan sobre las cifras de COVID-19 y el vasto impacto social de la pandemia, el verdadero número de infecciones y muertes podría ser mucho mayor.
Más de una cuarta parte de las muertes mundiales -más de 84.000- se han producido en los Estados Unidos, donde las muertes se dispararon durante todo el mes de abril y siguen aumentando a un ritmo de alrededor de 1.500 al día.
Varios países de América Latina también han comunicado rápidos aumentos de las infecciones y las muertes en los últimos días.
Brasil está viendo cómo se disparan los casos y ha registrado más de 13.000 muertes. México, mientras tanto, ha sufrido más de 4.000 muertes, con importantes brotes también en Ecuador y Perú.
El miércoles, la Organización Mundial de la Salud advirtió que el nuevo coronavirus podría no desaparecer nunca y que las poblaciones de todo el mundo tendrán que aprender a vivir con él.
“Tenemos un nuevo virus que está entrando en la población humana por primera vez y, por lo tanto, es muy difícil predecir cuándo nos impondremos a él”, dijo Michael Ryan, director de emergencias de la OMS.
“Este virus puede convertirse en otro virus endémico en nuestras comunidades y puede que nunca desaparezca”, añadió.