El primer ministro iraquí, Mohammed Shia al-Sudani, que busca mantenerse en el cargo, obtuvo un resultado sólido en las elecciones legislativas, según afirmaron el miércoles fuentes cercanas al jefe de gobierno. Los ciudadanos de Irak acudieron el martes a las urnas en unos comicios generales que se desarrollaron en un periodo de inusual calma para el país, pese a la inestabilidad que persiste en su entorno regional.
El próximo titular del Ejecutivo deberá responder a la demanda social por empleo, servicios básicos eficientes y sistemas educativos y sanitarios funcionales, en un Estado marcado por la corrupción y una administración ineficaz.
La comisión electoral tenía previsto publicar los resultados preliminares por la noche. Un colaborador del primer ministro afirmó que la “lista de Reconstrucción y Desarrollo ha obtenido una gran victoria”. Otras dos fuentes indicaron que la coalición de Sudani se impuso como “el bloque más grande”. El dirigente alcanzó relevancia nacional hace tres años, cuando accedió al cargo impulsado por una alianza de grupos vinculados a Irán.
Una vez confirmados los resultados definitivos, los diputados iniciarán conversaciones para designar al próximo primer ministro, un proceso complejo que en ocasiones se ha prolongado durante meses. Dado que es poco probable que una sola lista alcance la mayoría absoluta, el margen político de Sudani dependerá de su capacidad para forjar pactos poselectorales que le permitan liderar la alianza más amplia. El sistema político iraquí asigna el cargo de primer ministro a un chií, la presidencia del Parlamento a un musulmán suní y la jefatura del Estado, de carácter principalmente ceremonial, a un kurdo.

En legislaturas anteriores, las principales formaciones chiíes alcanzaron acuerdos de compromiso para compartir el poder y conformar gabinete. Sudani asumió el cargo en 2022 con el respaldo del Marco de Coordinación, bloque que agrupa a los partidos chiíes proiraníes más influyentes y que entonces construyó la mayoría parlamentaria. Sin embargo, un alto dirigente iraquí declaró a la AFP el mes pasado que el Marco de Coordinación mantiene divisiones internas sobre la renovación de Sudani, y que el exprimer ministro Nuri al-Maliki probablemente se opondrá a su continuidad.
Aunque Irak intenta superar dos décadas de conflictos tras la invasión liderada por Estados Unidos que derrocó a Saddam Hussein, el país, con 46 millones de habitantes, continúa sufriendo servicios públicos precarios, corrupción y mala gestión. Muchos ciudadanos que optaron por no votar declararon a la AFP que la elección no modificaría su vida cotidiana y la consideraron una farsa que beneficia únicamente a las élites políticas y a los actores regionales.

Pese a esas percepciones, Sudani se comprometió a mantener su programa de “reconstrucción y desarrollo”. Durante sus tres años de mandato, Bagdad experimentó una notable transformación urbana con la construcción de nuevos túneles y puentes. El primer ministro sostiene que su gobierno contribuyó a preservar la estabilidad interna frente a la agitación regional de los últimos años.
El próximo jefe de gobierno deberá continuar gestionando la delicada relación entre Irán y Estados Unidos, rivales históricos que han convertido con frecuencia el territorio iraquí en escenario de sus disputas indirectas. Desde la invasión estadounidense, Irán ha consolidado su influencia en la política iraquí mediante el respaldo a figuras clave y el apoyo a milicias locales. En paralelo, Israel, tras el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023 y las acciones posteriores de otros aliados de Teherán, infligió en junio de 2025 daños significativos a grupos armados proiraníes y al propio Irán durante una campaña de doce días.
Teherán, además de sostener su influencia a través de milicias aliadas, busca mantener el acceso al mercado iraquí para compensar las limitaciones de su economía debilitada. Washington, por su parte, intenta reducir la influencia iraní y ha ejercido presión constante sobre Bagdad para que desmantele las agrupaciones armadas respaldadas por Irán.
