El primer ministro de Australia anunció una ofensiva legal y de seguridad tras el tiroteo de Janucá en Bondi Beach, con quince muertos.
Albanese anuncia ofensiva contra extremismo y antisemitismo tras Bondi
Anthony Albanese prometió erradicar el extremismo tras el tiroteo de Janucá en Bondi Beach, que reavivó críticas por supuesta tibieza frente al antisemitismo y expuso fallas previas de prevención pública. Con el segundo día de funerales en marcha, el primer ministro declaró que extirpará “el mal del antisemitismo de nuestra sociedad”. También afirmó: “Los australianos están sorprendidos y enfadados. Estoy enfadado. Está claro que necesitamos hacer más para combatir esta malvada plaga”.
El gobierno impulsará leyes para agilizar acusaciones contra quienes promueven odio y violencia. El plan prevé facultades contra predicadores extremistas y la negativa o cancelación de visados a personas que difunden odio y división. Australia creará un régimen para listar organizaciones y convertirá la “vilipendiación seria” por raza en delito federal. Albanese aseguró que su gabinete tomó en serio la amenaza y aceptó responsabilidad por acciones insuficientes y por la tarea de unir a la nación.
Tony Burke, ministro de Asuntos Internos, señaló a grupos que siembran división y describió una laguna legal. A su juicio, ciertas organizaciones quedaron bajo el umbral penal, lo que impidió medidas exitosas durante una generación. Sostuvo que su comportamiento y filosofía no tienen cabida en Australia. El anuncio de reformas siguió a la promesa de Albanese de endurecer controles de armas, tras un ataque que autoridades vincularon con la ideología del Estado Islámico.

Australia ya aplica normas estrictas sobre armas, y el primer ministro pidió reforzarlas. Dirigentes estatales anunciaron medidas adicionales sobre armas de fuego y prometieron reglas más severas para las manifestaciones, en respuesta al clima de tensión nacional tras el ataque del domingo. Dirigentes judíos y funcionarios israelíes insisten en que el país no frenó el repunte antisemita posterior al 7 de octubre de 2023 y a la guerra de Gaza.
Claves del caso y de las medidas anunciadas
- Sajid y Naveed Akram, padre e hijo, figuran como acusados por disparos durante un festival judío junto a la playa, con quince muertos y vínculo con ISIS.
- Naveed recibió quince cargos de asesinato, un cargo de terrorismo y decenas de delitos graves; Sajid murió por disparos policiales durante el ataque.
- El paquete legal contempla listar organizaciones, tipificar la vilipendiación seria por raza, actuar contra predicadores extremistas y restringir visados.
- Estados anunciaron controles de armas más firmes y reglas más estrictas para manifestaciones frente a la tensión posterior al ataque del domingo.
- Un joven de 19 años quedó acusado por amenazas antisemitas en un vuelo Bali-Sídney; la Policía Federal Australiana describió gestos y frases hostiles.
Críticas por antisemitismo y clima nacional tras el ataque del domingo

El clima de críticas creció tras el ataque de Hamás a Israel del 7 de octubre de 2023 y la guerra de Gaza. Diversas voces acusaron a Australia de no frenar el repunte antisemita. Ese ambiente precedió el tiroteo del domingo, dirigido a un acto comunitario por la primera noche de Janucá. La ausencia de Albanese en funerales, según reportes por falta de invitación, mostró enojo en sectores de la comunidad judía.
El primer ministro defendió medidas ya aprobadas, como la prohibición de los saludos nazis en febrero. Reconoció que su gobierno pudo hacer más y aceptó responsabilidad por ello como jefe de gobierno. Añadió que también asume la responsabilidad de liderar y unir a la nación en esta coyuntura. En paralelo, continuaron reportes de antisemitismo inmediatamente después del ataque, lo que acentuó la sensación de vulnerabilidad en la comunidad judía.
Un joven de 19 años de Sídney quedó acusado por presuntas amenazas de violencia contra una persona judía en un vuelo de Bali a Sídney. La Policía Federal Australiana informó que el caso incluye gestos y frases hostiles y alegó que el hombre amenazó a una víctima vinculada a la comunidad judía. Miembros comunitarios relacionaron el ataque con protestas antiisraelíes extendidas y advirtieron que un entorno de hostilidad constante derivó en violencia, según Arsen Ostrovsky.
Daniel Mookhey, tesorero de Nueva Gales del Sur, definió el cántico “Globalizad la intifada” como discurso de odio y lo vinculó con el ataque del domingo. El comentario precedió reportes de detenciones en el Reino Unido bajo una directriz similar. En Queensland, la fiscal general anunció un estudio para ampliar la lista estatal de símbolos de odio prohibidos. La enviada para antisemitismo, Jillian Segal, describió un punto de inflexión para Australia y subrayó un reto con alcance global.
Cronología de los acusados y vínculos con Filipinas bajo pesquisa

Los acusados son Sajid Akram y su hijo Naveed Akram. La fiscalía les atribuye disparos contra una multitud en un festival judío junto a la playa, con quince muertos. Sajid, de 50 años, murió por disparos policiales durante el ataque. Naveed, de 24, sobrevivió y recibió el miércoles quince cargos de asesinato, un cargo de terrorismo y decenas de delitos graves. Su registro en inteligencia de 2019 no lo clasificó como amenaza inminente.
Ese antecedente alimentó dudas públicas sobre fallas de seguimiento, mientras la investigación policial intenta reconstruir su ruta hacia la violencia. La policía investiga si padre e hijo se reunieron con extremistas islamistas durante una visita a Filipinas semanas antes del tiroteo. Autoridades migratorias confirmaron su entrada el 1 de noviembre y fijaron Davao como destino final. La pesquisa procura verificar contactos y recorridos vinculados con esa estadía.
Ese 1 de noviembre, la pareja se registró en la habitación 315 del Hotel GV y pagó unos 16 dólares por noche por una pieza pequeña con dos camas individuales. Empleados afirmaron que casi no abandonaron sus cuartos durante una estadía cercana a un mes. La recepcionista Angelica Ytang, de 20 años, describió a los huéspedes como poco accesibles y señaló que solo interactuó con Naveed, mientras el padre evitaba el contacto visual.
El personal afirmó que los visitantes salían por la mañana sin explicar el propósito de su viaje y que las salidas rara vez superaron una hora. Nadie los vio reunirse con terceros ni utilizar un vehículo. Tras la masacre de Sídney, los empleados identificaron sus rostros en informes informativos. La policía regional anunció un comunicado y las autoridades filipinas negaron uso del país para entrenamiento terrorista, aunque la investigación mantiene abiertas esas líneas.
Víctimas, funerales y memoria pública tras el tiroteo de Bondi Beach

La comunidad judía australiana, pequeña y muy unida, pasó el jueves de un funeral a otro. Además del servicio por Matilda Britvan, de 10 años, hubo despedidas para Alex Kleytman, de 87, y para Tibor Weitzen, de 78, quien llegó desde Israel en 1988. Esa secuencia de ceremonias marcó una jornada de duelo intenso y mantuvo la atención en las familias afectadas por el ataque ocurrido el domingo por la noche en Sídney.
Un superviviente del Holocausto protegió a su esposa durante el asalto y terminó asesinado, según testigos fuera de un hospital. El caso se convirtió en uno de los símbolos del duelo generado por el atentado. En el funeral de Matilda, un rabino leyó un homenaje enviado por los profesores del colegio, que la describieron como “nuestro pequeño rayo de sol”. La escena añadió una nota conmovedora a una cadena de despedidas en la ciudad.
Entre los muertos hubo rabinos y otras figuras comunitarias. Un hombre cayó abatido por disparos después de lanzar ladrillos contra uno de los atacantes. Una pareja casada murió al intentar derribar a un tirador en el instante en que salió del coche para iniciar el ataque en la playa. Esos hechos reforzaron la imagen de valentía civil y de respuesta desesperada durante los primeros momentos del atentado en Bondi Beach.
El ataque de Bondi se convirtió en el tiroteo masivo más mortífero desde la masacre de Port Arthur en 1996, con 35 muertos, episodio que desencadenó una reforma drástica de las leyes de armas en Australia. En años recientes, las autoridades documentaron un alza constante de armas de fuego privadas, dato que reavivó el debate público. Ese contexto sirvió para respaldar llamados a controles más firmes después de la tragedia del domingo.
