BERLÍN (AFP) – Alemania impondrá severas restricciones a las personas que no se vacunen contra el COVID-19 para combatir el último aumento de casos, dijo el jueves la canciller Angela Merkel tras reunirse con los líderes regionales.
“La cultura y el ocio en todo el país estarán abiertos sólo para aquellos que hayan sido vacunados o se hayan recuperado”, dijo Merkel, añadiendo que la misma regla se aplicaría también a los comercios no esenciales.
La canciller saliente también se pronunció a favor de la vacunación obligatoria, que el Parlamento debe votar próximamente.
“Dada la situación, creo que es apropiado adoptar la vacunación obligatoria”, dijo.
Merkel, su sucesor designado Olaf Scholz y los líderes de 16 estados endurecieron las restricciones del COVID hace apenas dos semanas, pero se reunieron de nuevo el jueves para discutir medidas más duras.
Los planes incluyen la prohibición general de entrar en lugares como bares, restaurantes y cines para cualquier persona que no haya sido vacunada o se haya recuperado del COVID, según un documento firmado por los líderes.
También se prohibirá la entrada a los mercados navideños a quienes no estén vacunados, y las restricciones de contacto limitarán el número de personas con las que pueden relacionarse.
El acuerdo también incluye nuevas restricciones a las grandes concentraciones, que afectarían a eventos como los partidos de fútbol de la Bundesliga, y el cierre de los locales nocturnos en las zonas con una tasa de incidencia semanal superior a 350 infecciones por cada 100.000 personas.
Los fuegos artificiales se prohibirán en Nochevieja para evitar que se reúnan grandes multitudes, según el primer ministro del estado de Renania del Norte-Westfalia, Hendrik Wuest.
El ministro de Sanidad, Jens Spahn, en funciones de interino antes de la prevista toma de posesión de un nuevo gobierno la próxima semana, declaró a la cadena ZDF que Alemania necesitaba “un cierre, por así decirlo, para los no vacunados”.
Nunca ha sido tan amenazante
“Se puede ver en las decisiones que hemos entendido que la situación es muy grave”, dijo Merkel, añadiendo que las medidas deben ser consideradas como “normas mínimas” y que las diferentes regiones también podrían imponer sus propias restricciones más estrictas.
Las infecciones han batido récords en Alemania en las últimas semanas y los hospitales están dando la voz de alarma, con muchos de ellos por encima de su capacidad y obligados a enviar a los pacientes a otros lugares del país para recibir tratamiento.
Aunque la tasa de incidencia de siete días en Alemania ha descendido ligeramente esta semana, el jueves todavía se situaba en 439,2, con 73.209 nuevos casos registrados en las últimas 24 horas.
“Desde el punto de vista de la medicina intensiva y de urgencias, la situación de pandemia nunca ha sido tan amenazante y grave como ahora”, advirtió el miércoles la asociación de cuidados intensivos DIVI, que pidió un drástico endurecimiento de las restricciones.
Varias regiones alemanas muy afectadas ya han cancelado los mercadillos navideños y han prohibido el acceso de los no vacunados a espacios públicos como gimnasios e instalaciones de ocio para frenar la propagación de la pandemia.
Pero los críticos dicen que el mosaico de normas es confuso, y las conversaciones de emergencia del jueves tenían como objetivo establecer normas a nivel nacional.
Vacunación obligatoria
Algunos expertos han achacado la cuarta oleada a la relativamente baja tasa de vacunación de Alemania, que ronda el 68%, en comparación con otros países de la UE como España, con un 79%, y Portugal, con un 86%.
El gobierno saliente de Merkel siempre había descartado la vacunación obligatoria, pero la medida cuenta ahora con el respaldo de políticos de todo el espectro.
Alemania ya anunció a principios de este mes planes para exigir a los trabajadores sanitarios y a los soldados que se vacunen contra la COVID-19.
Si se extiende al público en general, el país seguirá el ejemplo de la vecina Austria, que prevé la vacunación obligatoria a partir de febrero.
Grecia ha anunciado la obligatoriedad de las vacunas para los mayores de 60 años, y las personas que no se vacunen serán multadas si no lo hacen.
La jefa de la UE, Ursula von der Leyen, dijo el miércoles que era hora de que el bloque “pensara en la vacunación obligatoria” contra el COVID, aunque también subrayó que la decisión correspondía a cada Estado.