BERLÍN (Reuters) – La ministra de Defensa de Alemania rechazó el lunes los llamamientos para que sus soldados regresen a Afganistán después de que los insurgentes talibanes tomaran la ciudad de Kunduz, donde las tropas alemanas estuvieron desplegadas durante una década.
Alemania tenía el segundo mayor contingente militar en Afganistán después de Estados Unidos, y perdió más tropas en combate en Kunduz que en ningún otro lugar desde la Segunda Guerra Mundial.
El fin de semana, los talibanes invadieron tres capitales de provincia, incluida Kunduz, en su ofensiva desde que las tropas extranjeras iniciaron su retirada. Leer más
“Los informes de Kunduz y de todo Afganistán son amargos y duelen mucho”, dijo en Twitter la ministra de Defensa, Annegret Kramp-Karrenbauer.
“¿Están la sociedad y el Parlamento preparados para enviar a las fuerzas armadas a una guerra y permanecer allí con muchas tropas durante al menos una generación? Si no lo estamos, la retirada conjunta con los socios sigue siendo la decisión correcta”.
Algunos dentro de su propio partido conservador quieren que las tropas alemanas participen en una intervención contra los talibanes, pero Kramp-Karrenbauer dijo que derrotarlos requeriría una campaña larga y dura.
Desde que Estados Unidos anunció en abril sus planes de retirar las tropas antes del 11 de septiembre, y la alianza transatlántica OTAN hizo lo mismo, la violencia se ha intensificado a medida que los talibanes se apoderan del territorio.
Kramp-Karrenbauer culpó al ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de socavar la operación en Afganistán, aunque es su sucesor, Joe Biden, quien está aplicando la política de retirada.
“El desafortunado trato de Trump con los talibanes fue el principio del fin”, dijo sobre el acuerdo que Trump alcanzó con los militantes islamistas en 2020 para que las tropas estadounidenses se fueran.