La canciller Angela Merkel nombró a un inmigrante turco para ocupar el segundo puesto más alto en la agencia de inteligencia nacional de Alemania, la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (Bundesamt für Verfassungsschutz,BfV).
Como el nuevo vicepresidente de BfV, Sinan Selen, un experto antiterrorista nacido en Estambul de 46 años, será el primer musulmán en ocupar un puesto de liderazgo dentro de la comunidad de inteligencia de Alemania.
La cita se produce pocas semanas después de que Merkel despidiera al presidente de BfV, Hans-Georg Maaßen, por defender públicamente al partido Alternativa para Alemania (AfD) de sus ataques a la migración masiva contra los ataques de Merkel y su socio menor de la coalición, el Partido Social Demócrata de centro-izquierda (SPD).
Al elegir a Selen, Merkel parece estar tratando de lograr varios objetivos. Primero, parece estar intentando salvar a su gobierno en apuros al aplacar al SPD, que ha exigido que la agencia de inteligencia nacional comience a monitorear el partido AfD, y que ha pedido más personas con «antecedentes migratorios» en posiciones de liderazgo en agencias federales.
El nombramiento de Selen también parece ser un movimiento simbólico destinado a llegar a la comunidad turca de Alemania, que se ha quejado durante mucho tiempo del «racismo institucionalizado» dentro del aparato de seguridad alemán. Finalmente, al designar a un turco étnico, Merkel parece estar tratando de apaciguar al presidente turco Recep Tayyip Erdogan, quien ha presionado repetidamente para que reprima a los elementos kurdos anti-turcos en Alemania.
Selen estudió Derecho en la Universidad de Colonia y en 2000 comenzó su carrera en la Oficina Federal de Policía Criminal de Alemania (Bundeskriminalamt,BKA), donde fue ascendido a jefe de la unidad de investigación de contraterrorismo. En 2006, se convirtió en jefe adjunto de la unidad de delincuencia transfronteriza de la Policía Federal (Bundespolizei). En 2011, fue nombrado jefe de la unidad de lucha contra el terrorismo en el Ministerio del Interior.
En mayo de 2016, Die Welt informó que Merkel había designado a Selen para dirigir, aparentemente a instancias de Erdogan, un grupo de trabajo especial contra el terrorismo en el Ministerio del Interior alemán. La concesión fue parte del acuerdo entre marzo de 2016 entre la Unión Europea y Turquía sobre migrantes, que fue diseñado para detener el flujo de migrantes de Turquía a Grecia. En un largo artículo que examinó la creciente influencia de Erdogan sobre Merkel, Die Welt escribió:
«El gobierno federal está llegando al punto de reorganizar su estructura organizativa interna para adaptarla a los deseos turcos. Los turcos han acordado un «nuevo mecanismo común» en la lucha contra el terrorismo, con Sinan Selen, de origen turco, nombrado como la autoridad responsable en el Ministerio Federal del Interior….
«Selen es un funcionario con experiencia que ha trabajado principalmente en el campo del crimen organizado; pero el hecho de que se haya creado un puesto tan prominente para él solo tiene una explicación: los turcos deben creer que cuando discuten el antiterrorismo con Berlín, hablarán con uno de los suyos».
Como líder del grupo de trabajo, Selen fue un interlocutor clave con altos funcionarios de seguridad turcos y logró un acuerdo bilateral para mejorar la cooperación de inteligencia y el intercambio de información. Los comentaristas turcos han postulado que el nombramiento de Merkel de Selen tiene como objetivo enviar un mensaje de que desea continuar trabajando con el gobierno de Erdogan en asuntos de seguridad.
Algunos en la blogósfera alemana han especulado sobre los antecedentes ideológicos de Selen. Lo que se sabe es que a lo largo de su carrera en el gobierno, Selen ha sido decidido a enfrentar a los fundamentalistas islámicos en Alemania. También dirigió los esfuerzos de BfV para monitorear al nacionalista turco Milli Görüs (turco por «Visión Nacional»), un movimiento islamista influyente que se opone firmemente a la integración musulmana en la sociedad europea.
Los cambios de liderazgo en el BfV se vieron impulsados por un video de un teléfono celular que supuestamente mostraba turbas de derecha atacando a migrantes por el asesinato de un ciudadano alemán en Chemnitz a manos de dos solicitantes de asilo fallidos.
Las protestas estallaron luego de que dos inmigrantes mataron a puñaladas a un hombre cubano-alemán de 35 años, Daniel Hillig, durante el festival anual en Chemnitz el 26 de agosto.
La policía inicialmente se negó a revelar las identidades de los perpetradores, pero el 27 de agosto se filtró en las redes sociales un informe policial, ya que fue borrado de sitios web alemanes pero aún permanecía en un sitio ruso. El informe policial mostró que los asesinos eran inmigrantes ilegales de Irak y Siria. Ambos tenían extensas historias criminales, pero las autoridades alemanas les permitieron vagar libremente por las calles alemanas. La policía confirmó más tarde que el documento filtrado era auténtico y dijo que habían abierto una investigación sobre una presunta «violación de secretos oficiales».
Miles de personas salieron a las calles durante varios días para protestar tanto por el asesinato como por la inacción del gobierno en la espiral de delincuencia de migrantes. Las protestas reunieron a un amplio espectro de la sociedad alemana, incluidos los miembros de la llamada «escena de extrema derecha», así como también otros manifestantes.
Cerca del final de una de las marchas, algunos de los manifestantes se volvieron violentos y comenzaron a insultar a los transeúntes migrantes. Este incidente transformó la narrativa en los medios de comunicación de uno de los alemanes que protestaban por el crimen de migrantes a uno de los ataques de extrema derecha contra inmigrantes inocentes.
Pocos o ninguno de los principales políticos de Alemania condenaron el asesinato de Hillig. Sin embargo, fueron rápidos en denunciar ataques contra migrantes.
El 27 de agosto, el portavoz de Merkel, Steffen Seibert, en una conferencia de prensa nacional, condenó la «caza de humanos de una apariencia diferente, de diferentes orígenes» en las calles de Chemnitz. La canciller Merkel le hizo eco:
«Tenemos imágenes de video sobre el hecho de que hubo cazas, que hubo disturbios, que hubo odio en la calle, y eso es inaceptable en nuestro Estado constitucional».
Más tarde se supo que todas las acusaciones del gobierno se habían basado en un único video de 19 segundos , titulado «La caza de humanos en Chemnitz», que había sido publicado en Facebook por un grupo «antifascista» llamado Antifa Zeckenbiss y luego emitido por el canal de televisión pública ARD.
El video simplemente muestra a un individuo persiguiendo a otro en lo que parece ser un incidente aislado. La narrativa, sin embargo, ya había sido puesta en movimiento.
El presidente de la Comisión de Asuntos Internos del Parlamento alemán, Burkhard Lischka (SPD), advirtió sobre el peligro de una guerra civil:
«Hay una pequeña mafia de derecha en nuestro país que llevará sus violentas fantasías de guerra civil a nuestras calles. Que en el Bundestag [parlamento alemán] un partido aplauda estos excesos contra conciudadanos extranjeros como legítima auto-justicia, muestra que «La mayoría de nuestro país debe volverse aún más fuerte cuando se trata del Estado de derecho, la democracia y la cohesión en nuestra sociedad».
El vicepresidente del Bundestag, Thomas Oppermann (SPD), exigió que el servicio de inteligencia nacional de BfV comience a monitorear la AfD contra la migración masiva: «La cuestión de los refugiados divide a la sociedad y la AfD se mueve de manera más radical en esta ola».
El ministro del Interior alemán, Horst Seehofer (CSU), respondió que no veía ninguna base para monitorear la AfD. Al margen de una reunión a puerta cerrada de su partido político en Brandeburgo, Seehofer defendió a los manifestantes de Chemnitz: «solo porque alguien protesta, eso no lo convierte en un nazi». Seehofer agregó: «la migración es la madre de todos los problemas».
El primer ministro sajón, Michael Kretschmer (CDU), más tarde contradijo las afirmaciones del gobierno: «No hubo turba, no hubo cacería de personas, no hubo pogrom en esta ciudad».
El portavoz del fiscal general sajón, Wolfgang Klein, agregó : «después de examinar todo el material disponible para nosotros, no hubo una cacería en Chemnitz».
Cuando se le pidió que rectificara sus afirmaciones, Seibert se dobló:
«No tendré un debate semántico aquí en una palabra. Por supuesto, si la oficina del fiscal general lo dice, tomaré nota. Sin embargo, sigue siendo un video que muestra cómo persiguieron a las personas de origen extranjero y cómo fueron amenazadas. Sigue siendo cierto que hubo declaraciones amenazantes, cercanas al llamado a la justicia del vigilante. Entonces, en mi opinión, no hay nada de qué hablar».
Al igual que Seibert, Merkel se negó a dar marcha atrás:
«Vimos imágenes que revelaban claramente el odio y la persecución de personas inocentes. Uno debe distanciarse de eso. Eso es todo lo que hay que decir».
El 7 de septiembre, Maaßen puso en duda la autenticidad del video:
«No hay evidencia de que el video que circula en Internet por este supuesto incidente sea auténtico. Según mi evaluación cautelosa, hay buenas razones para creer que el video está dirigido a la desinformación, posiblemente para distraer al público del asesinato en Chemnitz».
La negativa de Maaßen a apoyar la falsa narrativa del gobierno desató una furia de condena por parte de Merkel y sus socios de la coalición en el SPD.
El 18 de septiembre, Maaßen fue despedido de la agencia de inteligencia BfV, pero el conservador Ministro del Interior, Horst Seehofer, estuvo detrás de Maaßen y lo ascendió a una posición mejor pagada en el Ministerio del Interior.
Sin embargo, el 5 de noviembre, Maaßen fue despedido del servicio gubernamental por completo, después de pronunciar un discurso a puerta cerrada a otros jefes de inteligencia europeos. En él, condenó las políticas «ingenuas e izquierdistas» del gobierno de Merkel y agregó que las «fuerzas de izquierda radical» en el SPD estaban decididas a despedirlo:
«Me ven en Alemania como un crítico de la política exterior y de seguridad idealista, ingenua e izquierdista. Puedo imaginar una vida fuera del servicio público, por ejemplo en política o negocios».
Los socialdemócratas acogieron con satisfacción el despido de Maaßen. «Hace mucho tiempo que se retrasó», dijo el secretario general del SPD, Lars Klingbeil. «Acaba de dar otra indicación de su inclinación por las teorías de conspiración de la derecha».
Mientras tanto, el 16 de noviembre, un destacado blog alemán, Tichys Einblick, informó que había localizado e interrogado a los creadores del video:
«No hubo caza el 26 de agosto de 2018 en Chemnitz … La investigación confirma el testimonio de Hans-Georg Maaßen, quien desde entonces ha sido destituido como presidente de BfV porque negó la autenticidad del video y, por lo tanto, entró en el camino de Merkel: esta supuesta pieza de evidencia está dirigida a la desinformación. Maaßen se atrevió a contradecir al Canciller. El resultado: una crisis de gobierno».
Según Tichys Einblick, el video proporcionó una imagen incompleta de lo que realmente ocurrió. Fue filmado por una pareja alemana que participaba en la procesión funeraria de Hillig cuando la marcha fue atacada por migrantes. El video muestra a alguien en la procesión defendiéndose de los migrantes. En otras palabras, el video documentó que los migrantes atacaban a los alemanes, no a los alemanes «cazando» a los migrantes.
El video, interpretado falsamente por los guardianes del multiculturalismo alemán, puso en movimiento una ola de histeria políticamente correcta, que hundió al gobierno en «modo de crisis permanente» y llevó al despido del jefe de inteligencia Maaßen por negarse a seguir la línea.
El sucesor de Maaßen, Thomas Haldenwang, ya ha anunciado que bajo su dirección, el BfV se centrará en el «extremismo de derecha». En declaraciones a la Junta de Control Parlamentario (Parlamentarisches Kontrollgremium, PKGr) del Parlamento alemán el 16 de noviembre, Haldenwang, que anteriormente era el segundo al mando del BfV, y cuya posición ahora será llenada por Selen, dijo que aunque el terrorismo islamista plantea el la mayor amenaza para la seguridad alemana, el BfV mantendrá «el posible desarrollo de estructuras terroristas de derecha firmemente en el radar». También prometió hacer una «evaluación profesional de cómo tratar con el partido AfD».