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Alon Ohel: “Estuve encadenado como un mono” durante dos años en Gaza

2 de diciembre de 2025
Alon Ohel: “Estuve encadenado como un mono” durante dos años en Gaza

El rehén superviviente Alon Ohel habla con el Canal 12 en una entrevista emitida el 1 de diciembre de 2025. (Captura de pantalla/Canal 12)

El exrehén israelí relató cadenas, hambre y torturas, explicó su decisión de vivir, detalló el vínculo con Eli Sharabi y recordó su liberación en 2025.

Secuestro en el festival Nova y el inicio del cautiverio en Gaza de 2023

Alon Ohel, rehén en Gaza durante dos años, afirmó cadenas y trato degradante que lo redujeron a un “animal”, aunque declaró una decisión firme: sobrevivir. Explicó que esa elección nació de un acto de voluntad consciente ante sufrimiento extremo. En Channel 12, el lunes, sostuvo: “Nunca has pasado hambre ni has vivido encadenado durante un año y medio. Encadenado como un mono, obligado a comer como un perro”. Mantuvo su humanidad con esa resolución.

Fue secuestrado durante el festival de música Nova, junto al kibutz Re’im, el 7 de octubre de 2023, cuando miles de terroristas de Hamás irrumpieron en el sur de Israel y mataron a unas 1.200 personas. En ese ataque se llevaron a 251 personas como rehenes, hecho que provocó la guerra en Gaza. Ohel cayó cautivo junto con Hersh Goldberg-Polin y Eliya Cohen; Goldberg-Polin murió en cautiverio y Cohen recuperó la libertad en enero de 2025.

Cuando comenzó el ataque, Ohel huyó del festival con Aner Shapira, Hersh Goldberg-Polin y unas dos docenas de personas hasta un refugio. Deseó salir cuando cesaran los cohetes, pero no ocurrió, y escuchó fusiles Kalashnikov. Shapira devolvió granadas, salvó a muchos y murió con la octava explosión. Goldberg-Polin intentó lo mismo; la granada explotó en su mano y perdió un brazo. Ohel aseguró una lesión grave en su ojo izquierdo por la metralla.

Tras ese combate, los terroristas subieron a Ohel, a Goldberg-Polin y a otros rehenes a una camioneta rumbo a Gaza. Con heridas por todo el cuerpo, padeció un dolor intenso por la metralla en hombro y brazo, y repitió mentalmente: “Pase lo que pase, elijo la vida”. Lo trasladaron a un hospital, donde una multitud lo recibió furiosa. Lo suturaron sin anestesia y con fragmentos dentro. Recordó dos semanas entre desconocidos y temblores involuntarios.

Puntos clave del secuestro y cifras del ataque

  • 7 de octubre de 2023: ataque de Hamás en el sur de Israel.
  • Alrededor de 1.200 muertos y 251 rehenes, según el relato.
  • Hersh Goldberg-Polin murió en cautiverio; Eliya Cohen recuperó la libertad en enero de 2025.
  • Ohel sufrió lesión ocular y describió cadenas y hambre extremas.

Vida en túneles, hambre deliberada y vínculo con Eli Sharabi en Gaza

Durante los primeros 52 días, Ohel permaneció en la superficie. Después de la tregua de noviembre de 2023, lo trasladaron a un túnel y se reencontró con Eli Sharabi, Hersh Goldberg-Polin, Almog Sarusi y Uri Danino. Más adelante, Ohel y Sharabi quedaron separados del resto. Pensó que sus compañeros saldrían libres, pero luego supo que los ejecutaron en agosto de 2024, porque sus captores sospecharon la presencia de tropas israelíes en la zona.

Desde entonces, Ohel permaneció con Sharabi, Or Levy y Eliya Cohen. Sharabi, de 53 años, asumió una figura paterna y su principal apoyo emocional. Ohel recordó un episodio de hambre que lo llevó a golpear una pared hasta casi romperse la mano; Sharabi lo abrazó y lo calmó con un “abrazo de padre”. Ambos prometieron sobrevivir por sus familias, y Sharabi le enseñó a resistir frente al hambre provocada de manera deliberada por sus captores.

Sobre el hambre, Ohel describió un dolor que recorrió su cuerpo en todo momento y lo redujo a un esqueleto. Aunque las FDI afirmaron conocer la ubicación de los rehenes, él perdió la confianza tras ataques que cayeron cerca. “Los misiles pasan junto a ti; un error de GPS y estoy acabado”. Empezó a temer a su propio ejército, que debía protegerlo, y sostuvo que no sabían nada de su posición real.

En una ocasión, un ataque impactó el túnel donde lo retenían. Ohel escapó y cruzó los escombros a la carrera. Describió una escena “como en las películas”: escuchó disparos de ametralladora y corrió hasta otro pozo. Ese nuevo túnel tenía tres cadenas, y una sirvió para sujetarlo a Sharabi. Salían juntos al baño y realizaban todas las acciones básicas en compañía, bajo vigilancia constante. La amenaza de impactos continuó; cualquier ruido activó su miedo al estallido.

Música, pruebas de vida, carta familiar y el camino a la salida de Gaza

Pianista de talento, Ohel recurrió a la música para seguir con vida. Cantaba hasta que sus captores lo mandaban callar. Al explicar que tocaba el piano, combatientes de Hamás desconocieron el instrumento y, según él, su religión prohibía música y baile. Le mostraron una foto de una protesta en plena calle en Tel Aviv con su retrato y un piano. Entonces juró no rendirse y decidió honrar a quienes lo apoyaban.

Tras su liberación en octubre, Ohel visitó la Plaza de los Rehenes y tocó el piano amarillo que su familia instaló allí. Interpretó “A Song With No Name”, la misma melodía que tarareó durante el cautiverio. Desde el principio se prometió sobrevivir y regresar con vida. Entendió que formaba parte del último grupo de rehenes que saldría de Gaza y afrontó la espera con determinación y una gratitud creciente hacia quienes lo sostuvieron.

En enero de 2025, Ohel se despidió de Sharabi y de Eliya Cohen, liberados en el segundo intercambio de prisioneros. Confesó devastación por la soledad resultante, aunque Sharabi le aseguró una salida cercana. El acuerdo se rompió seis semanas después y la guerra continuó en marzo. Aislado, encontró alivio al no repartir comida. Sus captores empezaron a alimentarlo mejor para evitar críticas internacionales y le entregaron el sexto libro de Harry Potter.

Leí esa parte una vez y ahí terminó, afirmó, y rechazó ese final. Durante ese periodo sufrió acoso sexual de un captor que insistió en lavarlo; por suerte, no avanzó. Más tarde lo trasladaron a un túnel en el norte de Gaza y lo usaron como escudo humano ante la ofensiva israelí. Allí se reencontró con su compañero de Marina Guy Gilboa-Dalal y escribió cartas tras la difusión de un video.

Liberación, reencuentro familiar, secuelas y cirugías pendientes en 2025

El video difundido por Hamás mostró un encuentro con su compañero Guy Gilboa-Dalal y ofreció la primera prueba de vida de Ohel. Poco después, ambos escribieron cartas a sus familias. Ohel dirigió la suya a mamá, papá y sus hermanos Ronen e Inbar, expresó amor, afirmó que estaba vivo y podía respirar, pidió verlos pronto y señaló que pensaba en las vacaciones compartidas y en las que aún llegarían con ellos.

En octubre, Izz al-Din al-Haddad, nuevo líder militar de Hamás, le comunicó la existencia de otro acuerdo de rehenes. Poco después, los terroristas lo entregaron a la Cruz Roja y lo trasladaron ante las Fuerzas de Defensa de Israel. Ohel expresó una gratitud profunda hacia soldados que, según dijo, arriesgaron sus vidas para rescatarlo y le devolvieron la confianza que había puesto en duda durante los meses más duros de cautiverio.

Al reencontrarse con su familia el 13 de octubre de 2025, intentó mantener la serenidad, pero se derrumbó al conocer el destino de la familia Sharabi. “Durante dos años estuve muerto”, afirmó. Rezó por una luz que lo salvara y, al mismo tiempo, descubrió fortaleza. Sostuvo que podía hacer cualquier cosa y que no era una víctima, sino una persona capaz de reconstrucción emocional y propósito. Ese reconocimiento marcó su salida del miedo.

Ahora se prepara para cirugías destinadas a reparar su hombro y la visión del ojo izquierdo. Rechaza cualquier autocompasión, asume lo vivido y afirma crecimiento personal. Continúa un proceso de aprendizaje y desarrollo, con metas claras que nacen de la supervivencia. Asegura que no desea quedar atrapado en el pasado y cierra su testimonio con una frase de ambición serena: “Voy a conquistar el mundo”. No busca lástima y expresa determinación renovada.

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