Grupos judíos en Estados Unidos se han unido en apoyo al plan anunciado por el presidente Donald Trump y el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu para poner fin a la guerra en Gaza, con una aprobación casi total de las principales organizaciones.
Las Federaciones Judías celebran el acuerdo y afirman que su comunidad ha “vivido con el dolor” de ver a Israel bajo ataque y de saber que los rehenes sufren en cautiverio, mientras el aumento del odio antijudío ha provocado terribles actos de violencia en todo el mundo.
“Esperamos y rezamos para que este acuerdo se concrete y permita que los rehenes restantes regresen a sus familias”, señala la organización.
La Conferencia de presidentes de las Principales Organizaciones Judías de Estados Unidos sostiene que la propuesta “ofrece un camino creíble hacia adelante y la perspectiva de una nueva realidad en Gaza y en todo Medio Oriente”.
“Los soldados israelíes hicieron posible este momento de esperanza”, declararon la presidenta Betsy Berns Korn y el director ejecutivo William Daroff en un comunicado. “Ahora la comunidad internacional debe exigir cuentas a Hamás, mantener la presión y garantizar su cumplimiento”.
El Comité de Asuntos Públicos Americano-Israelí (AIPAC) agradece a Trump y al enviado especial de Estados Unidos para Medio Oriente, Steve Witkoff, por haber negociado el plan, y destaca que cuenta con el amplio respaldo de Estados Unidos, Israel y varios países árabes.
“Este plan es un resultado directo del enorme progreso de la operación militar de Israel en Gaza para debilitar las capacidades de Hamás”, afirma AIPAC en X.

“El apoyo del Congreso a nuestro aliado democrático ha sido decisivo durante toda esta guerra, incluso al aprobar el mayor paquete de ayuda militar en la historia de Israel, y aplaudimos a los demócratas y republicanos que se han mostrado firmes y claros en sus demandas para que Hamás libere a los rehenes y abandone el poder en Gaza”.
Ronald Lauder, presidente del Congreso Judío Mundial, considera el acuerdo un “punto de inflexión” y “un momento de consecuencias históricas”.
“Después de meses de sufrimiento inimaginable, el mundo debe unirse en torno a este plan”, escribe Lauder en X. “El futuro de la región —y la posibilidad de que israelíes y palestinos vivan en paz y con dignidad— depende de ello”.
