El partido Congreso Nacional Africano (ANC) de Sudáfrica ha declarado que no considerará ninguna demanda de posibles socios de coalición que exija la renuncia del presidente Cyril Ramaphosa.
Según un alto funcionario, el ANC busca presentar un frente unido después de un resultado electoral que puso fin a su mayoría de 30 años.
A medida que Sudáfrica se prepara para una serie de negociaciones complejas para formar por primera vez un gobierno de coalición nacional y establecer estabilidad, el secretario general del ANC, Fikile Mbalula, afirmó que Ramaphosa seguirá siendo el líder del partido y que cualquier demanda de su dimisión sería “una línea roja”.
“El presidente Ramaphosa es el presidente del ANC”, declaró Mbalula en los primeros comentarios públicos del liderazgo del ANC desde los históricos resultados electorales. “Y si alguien viene con esa demanda de que Ramaphosa va a renunciar, eso no va a suceder”.
Mbalula señaló que el ANC está abierto a dialogar con cualquier otro partido político en un esfuerzo por formar un gobierno, pero destacó que “ningún partido político dictará términos al ANC. No lo harán … Si vienen con esa demanda, olvídenlo”.
El funcionario admitió que el ANC, que ha dominado la política sudafricana desde el fin del apartheid en 1994, “sufrió fuertemente” en las elecciones, pero aclaró que no fue “expulsado”.
El ANC obtuvo poco más del 40% de los votos, quedando muy por debajo de la mayoría que ha mantenido durante toda la joven democracia de Sudáfrica. Sin embargo, seguirá siendo el partido más grande por un margen considerable.
Pero necesita negociar con otros para formar un gobierno y reelegir a Ramaphosa para un segundo y último mandato. El presidente de Sudáfrica es elegido por el Parlamento después de las elecciones nacionales.