Arabia Saudita está considerando solicitar la mediación de China para resolver la crisis en el mar Rojo, provocada por los ataques continuos de los hutíes contra el tránsito de embarcaciones comerciales.
El ministro de Defensa saudí, Khaled bin Salman, viajó a China el martes para discutir la asociación estratégica en defensa entre Pekín y Riad.
Según fuentes hutíes citadas por el periódico libanés Al-Akhbar, Khaled bin Salman informó a los diplomáticos chinos que Riad está dispuesto a hacer concesiones al grupo terrorista yemení a cambio de detener los ataques a los barcos que se dirigen a los puertos saudíes o parten de ellos.
Esta propuesta saudí surge después de que el Pentágono anunciara la retirada del portaaviones USS Dwight D. Eisenhower de la zona, tras casi ocho meses de despliegue en la región, donde intentó frustrar los ataques hutíes contra embarcaciones comerciales. El USS Theodore Roosevelt está en camino desde el Pacífico para reemplazarlo.
La semana pasada, Grecia envió su fragata Psara para unirse a la Operación Aspides, la misión de la UE en el mar Rojo. Un fuente militar hutí declaró a Al-Akhbar que la llegada de la fragata constituye una “provocación” para Yemen y una confirmación de la intención de Occidente de militarizar el mar Rojo, lo que provocará una reacción de los hutíes.