Argentina solicitó a Interpol la detención de cuatro libaneses sospechosos de participar en el atentado de 1994 contra el centro judío AMIA.
Acusaciones de vínculos con Hezbollah
Según un informe de The Associated Press, el juez federal Daniel Rafecas ha identificado a los individuos como potenciales colaboradores o agentes del grupo terrorista libanés Hezbolá. Esta solicitud se basa en sospechas fundadas y está plasmada en una resolución fechada el 13 de junio.
Las autoridades argentinas han sostenido durante mucho tiempo que funcionarios iraníes emplearon a Hezbollah para perpetrar el atentado que dejó 85 muertos. Irán, por su parte, ha negado repetidamente su participación en el atentado y ha rechazado las solicitudes argentinas para que los acusados testifiquen.
Una investigación del servicio de inteligencia israelí, Mossad, concluyó que tanto el ataque a la AMIA como el atentado de 1992 a la embajada israelí en Argentina no contaron con la participación activa de ciudadanos argentinos ni con la ayuda directa de Irán.
La triple frontera y sus implicaciones
La mayoría de los libaneses buscados ahora tienen vínculos con la región de la triple frontera, que conecta Argentina, Brasil y Paraguay, y que ha sido identificada como un centro de financiación del terrorismo por Estados Unidos.
Hussein Mounir Mouzannar, uno de los individuos buscados, tiene identificación paraguaya y se cree que podría estar viviendo en Paraguay o Brasil. Otro es Farouk Abdul Hay Omairi, un ciudadano brasileño naturalizado cuya última dirección conocida estaba en la región de la triple frontera.
Ali Hussein Abdallah, otro ciudadano brasileño naturalizado, y Abdallah Salman, que se cree que reside en Beirut, también están en la lista de buscados.
La controversia en torno al memorando de entendimiento con Irán
En 2012, la entonces presidenta argentina Cristina Kirchner firmó un memorando de entendimiento con Irán para establecer una “comisión de la verdad” destinada a investigar el atentado contra la AMIA.
Este acuerdo fue fuertemente criticado por los líderes de la comunidad judía en Argentina. En 2014, un tribunal argentino lo declaró inconstitucional.