Las autoridades argentinas investigan a una hija y al yerno de Friedrich Kadgien por la presunta ocultación de un cuadro robado durante la Segunda Guerra Mundial.
La obra, atribuida al pintor barroco italiano Giuseppe Ghislandi y conocida como “Retrato de una dama”, fue identificada en una fotografía publicada en un aviso inmobiliario sobre una residencia ubicada en mar del Plata. El hallazgo lo realizó el diario holandés AD, pero la pintura desapareció poco después de difundirse la nota.
El lienzo habría pertenecido al comerciante de arte judío Jacques Goudstikker, quien residía en Ámsterdam y murió en 1940 al huir de la ocupación nazi. Su vasta colección, que incluía más de mil piezas de arte italiano y holandés de los siglos XVI y XVII, fue confiscada por altos dirigentes alemanes encabezados por Hermann Goering.
Tras la guerra, las autoridades neerlandesas recuperaron alrededor de trescientas obras, la mayoría restituidas a los herederos de Goudstikker. Sin embargo, numerosas piezas siguen desaparecidas. En 2011, el Museo Getty de Los Ángeles devolvió una pintura del siglo XVII perteneciente a esa colección.
El inmueble donde apareció el cuadro estuvo vinculado a Friedrich Kadgien, asesor financiero de Adolf Hitler, implicado en el traslado de bienes saqueados hacia América del Sur. Kadgien murió en Argentina en 1978, país al que llegó junto con otros nazis prófugos.
La fiscalía informó que una hija de Kadgien y su esposo permanecen bajo custodia domiciliaria y que serán imputados por encubrimiento. El matrimonio sostiene que posee la obra legalmente y asegura haberla recibido por herencia.
Interpol coopera con la policía federal argentina para localizar la pintura. Cuatro allanamientos realizados el lunes no permitieron hallarla. Sin embargo, los agentes incautaron en la vivienda de otra hija de Kadgien dos cuadros del siglo XIX que serán sometidos a peritaje para determinar si guardan relación con obras robadas durante la guerra.
Los descendientes de Goudstikker reclaman la restitución del “Retrato de una dama”, registrado en un catálogo internacional de arte desaparecido. Pese a que la defensa de la familia Kadgien afirma que colaborará con la justicia, los fiscales confirmaron que hasta el martes no habían recibido la obra.