Un tribunal argentino decidió procesar en ausencia a diez ciudadanos iraníes y libaneses señalados como responsables del ataque terrorista de 1994 contra el centro comunitario judío AMIA en Buenos Aires, que dejó 85 muertos. El juez Daniel Rafecas emitió este jueves un fallo que marca un hito, según informó la agencia AFP.
La resolución destaca la naturaleza “excepcional” de esta medida, tomada más de tres décadas después del atentado, con todos los acusados aún en libertad. Rafecas subrayó que el juicio busca “esclarecer la verdad y reconstruir los hechos”, pese a la imposibilidad de asegurar la presencia de los sospechosos, dada la gravedad del crimen contra la humanidad investigado.
El atentado, que hirió a más de 300 personas y devastó a la mayor comunidad judía de América Latina, permanece sin resolver ni reivindicado. Representó el ataque más letal contra judíos fuera de Israel desde el Holocausto. Argentina, Estados Unidos e Israel han atribuido la autoría al grupo terrorista Hezbolá, con el respaldo de Irán. En 2023, un tribunal argentino confirmó la responsabilidad de ambos, y en abril de 2024, los fiscales solicitaron la captura del líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, por su presunta vinculación.
Los acusados, entre ellos exministros y diplomáticos iraníes y libaneses, enfrentan órdenes de arresto internacionales emitidas por Argentina. Desde 2006, el país pidió la detención de ocho iraníes, incluido el expresidente Ali Akbar Hashemi Bahramaie Rafsanjani, muerto en 2017. Irán siempre rechazó las acusaciones y se negó a entregar a los sospechosos. Este juicio en ausencia, el primero de su tipo en Argentina, responde a una reforma legal que, hasta marzo de 2025, exigía la presencia física de los acusados.
La decisión coincide con un impulso renovado por justicia, apoyado por el presidente Javier Milei, aliado de Israel. En el 30.º aniversario del atentado, el 18 de julio de 2024, un muro en Buenos Aires con los nombres de las víctimas y la frase “Memoria y Justicia” recordó la tragedia. Un fallo judicial de 2024 vinculó el ataque a la AMIA y otro de 1992 contra la embajada de Israel, que mató a 29 personas, con la cancelación de contratos nucleares entre Argentina e Irán bajo el gobierno de Carlos Menem, aunque no se presentaron pruebas concretas contra Teherán.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos, con sede en San José, Costa Rica, dictaminó en 2023 que Argentina falló en prevenir e investigar el atentado, señalando intentos de encubrimiento. Además, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner enfrentará un juicio por un memorándum firmado con Irán en 2013, que permitía interrogar a sospechosos en Teherán. Este acuerdo, anulado posteriormente, generó acusaciones de encubrimiento contra Kirchner, quien niega los cargos. En 2015, el fiscal Alberto Nisman, clave en la investigación, fue asesinado horas antes de presentar pruebas sobre un supuesto encubrimiento.