El presidente Joe Biden pidió el miércoles a Damasco que ayude a repatriar a un periodista estadounidense desaparecido en Siria hace una década, haciendo una petición directa mientras aumenta la presión sobre la Casa Blanca por parte de las familias de los rehenes y detenidos.
Austin Tice, reportero freelance y ex marine estadounidense, fue secuestrado en agosto de 2012 a los 31 años mientras informaba en Damasco sobre el levantamiento contra el presidente sirio Bashar al-Assad.
Su familia cree que está vivo y que sigue retenido en Siria. Se desconoce la identidad de los captores de Ticwhitee y no se ha reivindicado su secuestro. Washington afirma que el gobierno sirio lo ha retenido en el pasado, acusación que Damasco niega.
En un comunicado emitido en el décimo aniversario del cautiverio de Tice, Biden dijo que su administración ha “pedido repetidamente al gobierno de Siria que colabore con nosotros para que podamos traer a Austin a casa”.
Biden añadió: “Pido a Siria que ponga fin a esto y nos ayude a traerlo a casa”.
Damasco niega haber retenido a Tice.
Antecedentes
Washington suspendió su presencia diplomática en Siria en 2012 con el inicio de la guerra civil del país.
El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, dijo que el enviado especial de Biden para asuntos relacionados con los rehenes, Roger Carstens, “seguirá colaborando con el gobierno sirio” en coordinación con la Casa Blanca.
La situación de Tice y de otros estadounidenses retenidos en el extranjero cobró visibilidad tras la detención en febrero en Rusia de la estrella de la WNBA Brittney Griner, que fue condenada la semana pasada a nueve años de prisión después de que un tribunal ruso la declarara culpable de cargos de drogas. Biden calificó la sentencia de “inaceptable”.
Las familias de los rehenes y detenidos han empezado a alzar la voz colectivamente para instar a Biden a que dé prioridad a este asunto y tome medidas como la de organizar más intercambios de prisioneros con gobiernos extranjeros.
Biden firmó el mes pasado una orden ejecutiva destinada a disuadir y castigar las detenciones indebidas de estadounidenses en el extranjero, autorizando a los organismos gubernamentales a imponer sanciones y otras medidas.