Durante una reciente conferencia de prensa, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, respondió con un escueto “eventualmente” cuando se le preguntó cuándo hablaría de nuevo con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Unas horas antes, Biden había señalado que Netanyahu no estaba haciendo lo necesario para alcanzar un acuerdo sobre los rehenes con Hamás.
En respuesta, Netanyahu expresó su incredulidad ante las palabras de Biden, recordando que Hamás había asesinado a seis rehenes la semana pasada, entre ellos un ciudadano estadounidense, y afirmó que la presión debería enfocarse en el grupo terrorista. Sin embargo, sectores del sistema de seguridad israelí han mostrado su frustración con las tácticas de Netanyahu en las negociaciones, sugiriendo que sus nuevas condiciones sobre la retirada de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) de Gaza ponen en peligro a los rehenes.
Netanyahu ha defendido su enfoque, sosteniendo que solo una postura firme y una presión militar intensa asegurarán la liberación de los cautivos. Mientras tanto, Estados Unidos habría instado a Israel a moderar sus operaciones militares en Gaza, preocupado por la posibilidad de que los terroristas asesinen a más rehenes en represalia a las acciones de las FDI. Según el Canal 12 News, el gobierno estadounidense sugirió a Israel “considerar” una reducción de sus actividades militares cerca de los lugares donde se cree que los rehenes están retenidos, basándose en informes de inteligencia que indican que Hamás podría ordenar la ejecución de los cautivos si perciben una amenaza inminente.
El jefe del Mossad, David Barnea, ha viajado a Doha para participar en reuniones que buscan avanzar en las negociaciones de alto el fuego y liberación de rehenes. Al ser cuestionado sobre si se presentaría una propuesta definitiva antes del fin de semana, Biden respondió que estaban “muy cerca de eso”. A pesar de las críticas hacia Netanyahu por insistir en la presencia de tropas israelíes en el Corredor Filadelfia para evitar el contrabando de armas desde Egipto a Gaza durante las primeras semanas de un posible alto el fuego, Biden mantiene la esperanza de un acuerdo. “La esperanza es lo último que se pierde”, señaló.
Biden reafirmó su compromiso con la liberación de los rehenes, mencionando su conversación con los padres de Hersh Goldberg-Polin, un rehén con ciudadanía estadounidense e israelí: “No nos rendiremos. Vamos a seguir presionando con todas nuestras fuerzas”. No obstante, un alto funcionario de la oficina de Netanyahu criticó las declaraciones de Biden, describiéndolas como “desconcertantes” y subrayando que Netanyahu había aceptado propuestas de Estados Unidos para un acuerdo en mayo y agosto. El funcionario instó a que la presión se dirigiera hacia el líder de Hamás, Yahya Sinwar, a quien acusó de rechazar cualquier tipo de acuerdo.
La Casa Blanca destacó que Hamás es el responsable de los recientes asesinatos de rehenes en Gaza, incluyendo a Hersh Goldberg-Polin. Sin embargo, la falta de cuestionamientos hacia el líder de Hamás, Yahya Sinwar, durante las preguntas a Biden sugiere que Estados Unidos podría estar atribuyendo a Israel parte de la responsabilidad por el impasse actual en las negociaciones. Posteriormente, un funcionario estadounidense aclaró que, aunque Biden responsabiliza a Hamás por la muerte de los rehenes, también insta al gobierno israelí a actuar con celeridad para asegurar la liberación de los cautivos restantes.