Este viernes, Pionyang efectuó el lanzamiento de un misil balístico intercontinental. De acuerdo con el comunicado de la Fuerza Aérea de EE.UU., el vuelo de los B-1B fue realizado en respuesta directa a la reciente prueba de misiles y también el lanzamiento del cohete Hwansong-14 del 3 de julio.
Se precisa que los bombarderos despegaron de una base aérea estadounidense en Guam y durante los ejercicios fueron acompañados por aviones de combate japoneses y surcoreanos.
«Corea del Norte sigue siendo la amenaza más urgente para la estabilidad regional», afirmó en el mensaje oficial el general Terrence O’Shaughnessy, comandante de las Fuerzas Aéreas del Pacífico. «Si se nos llama, estamos listos para responder con una fuerza rápida, letal y abrumadora en el momento y lugar de nuestra elección».
Por su parte, el ministro de Exteriores de Japón Fumio Kishida anunció ante periodistas que EE.UU. y Japón llevaron a cabo los ejercidos de aviación conjuntos en relación con el reciente lanzamiento de un misil por parte de Corea del Norte.
En su marco, dos aviones de combate japoneses F-2 volaron desde el oeste de la isla de Kyushu hasta el espacio aéreo en la región de la península coreana, dentro de la zona de defensa aérea de Japón. Los aviones estadounidenses continuaron su vuelo, al cual se unieron aviones surcoreanos.