China redobló el sábado su reivindicación sobre Taiwán, advirtiendo que cualquier país que se interponga en su determinación de reunificarse con la isla autónoma será “aplastado por las ruedas de la historia”, informó Associated Press.
“Solo cuando China esté plenamente reunificada podrá haber una verdadera paz en el estrecho de Taiwán”, dijo Wang Yi, ministro de Asuntos Exteriores de China, a los líderes mundiales en la Asamblea General de las Naciones Unidas, añadiendo que Pekín “tomará las medidas más enérgicas para oponerse a la interferencia externa.”
“El gobierno de la RPC [República Popular China] es el único que representa a toda China”, continuó. “El principio de una sola China se ha convertido en una norma básica en las relaciones internacionales. Cualquier movimiento para obstruir la reunificación de China está destinado a ser aplastado por las ruedas de la historia”.
La política de “una sola China” dicta que Estados Unidos reconoce al gobierno de Pekín al tiempo que permite relaciones informales y vínculos de defensa con Taipei. China defiende con regularidad y vehemencia su reivindicación de Taiwán, que se separó del continente tras una guerra civil en 1949 y ahora funciona con su propio gobierno. Pekín reclama la isla como su propio territorio y no ha descartado retomar la isla por la fuerza si fuera necesario.
El discurso de Wang se produjo casi una semana después de que el presidente Joe Biden confirmara que las fuerzas estadounidenses defenderían a Taiwán en caso de ataque por parte de China.
“Estamos de acuerdo con lo que firmamos hace mucho tiempo”, dijo Biden durante una entrevista en el programa 60 Minutes de CBS News.
“Y que hay una política de una sola China, y Taiwán hace sus propios juicios sobre su independencia. No estamos moviendo… no estamos alentando su independencia. No estamos… esa… esa es su decisión”, añadió.
Cuando se le preguntó si el ejército estadounidense participaría directamente en la defensa de la nación insular, Biden respondió: “Sí, si de hecho hubiera un ataque sin precedentes”, señalando que “hombres y mujeres estadounidenses” participarían en tal esfuerzo.
A principios de este mes, las tensiones aumentaron después de que el Departamento de Estado anunciara una venta de armas a Taiwán por valor de 1.100 millones de dólares.
“Este paquete se estaba preparando desde hace algún tiempo precisamente porque esperábamos que fuera necesario a medida que China aumentara su presión sobre Taiwán”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Vedant Patel, en relación con la venta. “Hemos sido y seguiremos siendo responsables, firmes y decididos y mantendremos nuestras líneas de comunicación abiertas con Pekín, pero también seguiremos apoyando a Taiwán… de forma coherente con nuestra política”.
El portavoz de la embajada china, Liu Pengyu, respondió en una serie de tuits que el acuerdo de armas “envía señales erróneas a las fuerzas separatistas de la ‘independencia de Taiwán’, y pone en grave peligro las relaciones entre China y Estados Unidos y la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán. China se opone firmemente”.