El esfuerzo bélico del Kremlin ha recibido un nuevo golpe esta semana, al prohibir Pekín la exportación de microprocesadores de uso militar.
Las sanciones impuestas a Rusia tras la invasión de Ucrania en febrero ya han expulsado a la mayoría de las empresas occidentales, obligando a Moscú a buscar proveedores alternativos de componentes electrónicos cruciales.
Al parecer, ha decidido adoptar Loongson (Dragon Chip), una familia de microprocesadores de propósito general compatibles con la arquitectura MIPS, fabricados en China por la empresa Loongson Technology.
Chips Dragón
También conocidos como procesadores Godson, se desarrollaron para que la empresa y China dependieran menos de la tecnología extranjera. Pekín ha intentado lograr la autosuficiencia en semiconductores, sobre todo para su uso en tecnología militar.
Al parecer, Loongson ha afirmado que la CPU 3A6000 ofrecerá un rendimiento equiparable al Ryzen 5000 de AMD y a las CPU Core de 11ª generación de Intel. Los recientes resultados de las pruebas de simulación muestran que la 3A6000 mejorará el rendimiento en punto fijo de un solo núcleo en un 37% y el rendimiento en punto flotante de un solo núcleo en un 68% con respecto a su predecesora, la 3A5000.
Aunque seguirá estando por detrás de los últimos procesadores x86 de AMD e Intel, el 3A6000 se considera un importante salto adelante para China, que ha dependido de las importaciones.
La prioridad de China por desarrollar una industria nacional de microprocesadores también se debe a la creciente pila de restricciones a la exportación impuestas por Estados Unidos, incluido el bloqueo de equipos de semiconductores que podrían utilizarse para fabricar chips lógicos con un proceso de 16 nm o menos, chips DRAM de 18 nm o menos y flash NAND de 128 capas o más, según informa MirageNews.com.
Dado que el rendimiento de las CPU Loongson es muy inferior al de AMD e Intel, es poco probable que China intente exportarlas. De hecho, Rusia podría haber sido el único comprador interesado.
Sin chips para Rusia
La industria militar rusa había estado probando los Loongson y planeaba utilizarlos en lugar de los procesadores Intel y AMD, pero ahora Moscú se verá obligada a encontrar otra solución. Kommersant cita una fuente del Ministerio ruso de Desarrollo Digital que afirma que Pekín prohibió las exportaciones de procesadores Loongson, aludiendo a su importancia estratégica para el ejército chino.
Al parecer, la medida no iba dirigida contra Rusia, ni es probable que provoque una merma significativa de su capacidad tecnológica. Pero Rusia no da abasto en esta categoría.
Como se informó anteriormente, ha tenido que utilizar chips informáticos destinados a electrodomésticos para reparar su material militar.
Las sanciones ponen en aprietos a las empresas rusas
Las sanciones occidentales no sólo afectan al sector ruso de la defensa. Prácticamente todas las empresas del país están luchando por obtener dispositivos fabricados en Occidente. Como informaba el Financial Times esta semana, cada vez hay más especialistas rusos en importación y exportación que encuentran lagunas jurídicas para adquirir ordenadores y otros aparatos electrónicos de consumo y pasarlos por la aduana para entrar en Rusia.
Aunque las sanciones, impuestas en marzo, no hundieron realmente la economía rusa, como algunos esperaban, se ha producido una degradación constante de la capacidad productiva de Rusia.
Los economistas rusos y occidentales afirman que esto podría hacer retroceder al país varias décadas, ya que Moscú intenta gestionar una economía moderna sin poder importar muchos de los componentes, materias primas y tecnologías de los que depende.