El director Christopher Wray declaró el martes que el FBI ha determinado que lo más probable es que el brote de COVID se haya generado por una filtración desde un laboratorio de la ciudad de Wuhan, en el centro de China. China rechazó esta afirmación por no tener “absolutamente ninguna veracidad”.
Según Wray, en declaraciones a Fox News, el FBI ha determinado desde hace tiempo que lo más probable es que el origen de la epidemia sea un presunto fallo del laboratorio de Wuhan.
Sus declaraciones se producen en respuesta a un artículo del Wall Street Journal publicado el domingo, en el que se afirmaba que el Departamento de Energía de EE. UU. tenía poca confianza en que el brote fuera causado por una fuga involuntaria de un laboratorio en China.
Según el Journal, dos agencias no están seguras, mientras que otras cuatro y un organismo nacional de inteligencia siguen creyendo que lo más probable es que la pandemia fuera causada por una transmisión natural.
John Kirby, portavoz de la Casa Blanca en materia de seguridad nacional, declaró el lunes que la administración estadounidense no había llegado a una decisión final ni a un consenso sobre las causas de la epidemia.
La respuesta de China a la afirmación del FBI, China mostró su firme desacuerdo con las declaraciones de Wray el miércoles, calificándolas de ejemplo de “manipulación política” de los hechos.
Dijo a los periodistas en China que las conclusiones alcanzadas por la comunidad de inteligencia estadounidense carecen de toda credibilidad debido a su historial de fraude y engaño.
“Imploramos a la parte estadounidense que respete los hechos y la ciencia”.
Varios de los detalles de la evaluación de la agencia, según Wray, eran secretos y no pudo divulgarlos.
El gobierno chino, según él, está “haciendo todo lo posible para intentar frustrar y oscurecer” los esfuerzos estadounidenses e internacionales por averiguar más sobre las raíces de la pandemia.
Tras ser descubierto por primera vez en Wuhan en diciembre de 2019, el virus se extendió rápidamente por todo el mundo, matando hasta 7 millones de personas.