Un ataque aéreo en la provincia norteña de Kirkuk, Irak, resultó en la muerte de al menos cinco militantes proiraníes este domingo, según informaron dos fuentes de seguridad iraquíes a la AFP.
El blanco del ataque fue un sitio operado por un grupo armado vinculado a Hashed al-Shaabi, una coalición de antiguas fuerzas paramilitares ahora integradas en el ejército regular iraquí, según un alto funcionario de seguridad en Kirkuk. No se reveló el responsable del ataque.
El ataque aéreo se produjo un día después de que el primer ministro iraquí advirtiera a Washington contra cualquier agresión en territorio iraquí. Esta advertencia llegó tras la reanudación de los combates en la guerra entre Israel y Hamás, aumentando la preocupación por un conflicto más amplio. La guerra se desató en la Franja de Gaza después de una masacre perpetrada por Hamás el 7 de octubre, donde alrededor de 3.000 terroristas invadieron Israel por tierra, mar y aire, asesinando a aproximadamente 1.200 personas, principalmente civiles, y tomando más de 240 rehenes.
El 22 de noviembre, aviones de combate de EE. UU. atacaron dos objetivos en Irak, matando a nueve combatientes proiraníes en respuesta a los continuos ataques contra las tropas estadounidenses, según fuentes de EE. UU. e Irak. Un avión de combate alcanzó el vehículo de combatientes respaldados por Irán después de que lanzaran un misil balístico de corto alcance contra personal estadounidense y aliado, según el Pentágono.
Estos ataques ocurren en el contexto de al menos 74 ataques contra las fuerzas estadounidenses desplegadas en Irak y Siria, según funcionarios del Pentágono, una escalada que se vincula a la guerra entre Israel y Hamás. La mayoría de estos ataques contra las tropas de EE. UU. en Irak han sido reivindicados por “la resistencia islámica en Irak”, una formación dispersa de grupos armados afiliados a Hach.
El 25 de noviembre, el líder de las Brigadas Hezbolá declaró en un comunicado que el grupo “reduciría la intensidad de las operaciones” contra las tropas estadounidenses en Oriente Próximo “hasta el final de la tregua” entre Israel y Hamás. La tregua concluyó el viernes pasado.
El Pentágono informó el martes que no se habían registrado ataques contra las tropas estadounidenses en Irak y Siria desde el inicio de la tregua. Sin embargo, Washington ha dirigido ataques contra grupos apoyados por Irán en Siria tras los ataques a sus fuerzas en ese país.
Actualmente, hay alrededor de 2.500 soldados estadounidenses en Irak y cerca de 900 en Siria, como parte de los esfuerzos para prevenir un resurgimiento del grupo Estado Islámico.